MADRID, España.-El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas advirtió que alrededor de 700.000 personas en Cuba, más del 7 % de la población, requieren asistencia humanitaria urgente tras el devastador paso del huracán Melissa por el oriente del país. El organismo señaló que el ciclón dejó graves daños en viviendas, cultivos y redes básicas de abastecimiento.
Según explicó el PMA a la agencia EFE, la mitad de las personas afectadas necesitará apoyo durante al menos tres meses, mientras que el resto podría requerirlo por seis meses o más. Como parte del plan de acción anticipatoria de la ONU para emergencias en Cuba, el organismo ya ha movilizado 617 toneladas de arroz, granos y aceite, destinadas principalmente a las provincias de Granma, Santiago de Cuba, Guantánamo y Holguín, las más golpeadas por el ciclón.
Sin embargo, para sostener las operaciones durante los próximos seis meses, el PMA estima que se requieren 30 millones de dólares adicionales, de los cuales 25 millones se destinarían a la compra de alimentos básicos.
En el esfuerzo conjunto también participan otras agencias del sistema de Naciones Unidas, entre ellas la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que trabajan en el envío de suministros médicos, agua potable y materiales de primera necesidad a las zonas rurales más afectadas.
Cooperación internacional hacia Cuba, con sombras sobre su gestión
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, aseguró este jueves en su cuenta de X que Washington “está preparado para ofrecer ayuda humanitaria inmediata al pueblo cubano afectado por el huracán Melissa”. El Departamento de Estado reafirmó en un comunicado su disposición a brindar apoyo directo a los ciudadanos cubanos, no al régimen, y expresó su solidaridad con las familias damnificadas.
También este jueves trascendió que la Cruz Roja de China envió a Cuba un cargamento de mil kits familiares de emergencia destinados a las provincias orientales. Según informó el embajador chino en La Habana, Hua Xin, se trata del primer envío internacional de ayuda humanitaria tras el paso del huracán. Los kits, que incluyen productos de higiene, abrigo y otros artículos esenciales.

Días antes del impacto del ciclón, la ONU liberó 4 millones de dólares del Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF) como “acción anticipatoria” ante la llegada del huracán. Sin embargo, no hay información oficial sobre el uso real de esos recursos ni mecanismos de fiscalización independientes.
A esa contribución se sumó otra de 400.000 dólares de la Embajada de Noruega en Cuba, anunciada por el embajador John Petter Opdahl en X.
Como ha ocurrido en anteriores emergencias, el régimen dispone de estos fondos sin rendición de cuentas, mientras las comunidades afectadas enfrentan escasez de alimentos, agua potable y servicios básicos. Expertos y activistas denuncian que el Gobierno cubano gestiona la ayuda internacional sin transparencia, mientras la población del oriente continúa padeciendo apagones e infraestructura colapsada.
El impacto del huracán Melissa
El huracán Melissa —un sistema que ingresó por el oriente de Cuba como huracán de categoría tres, tras haber alcanzado categoría cuatro en su paso por Jamaica— azotó la región oriental desde la madrugada hasta la mañana del miércoles 29 de octubre.
Aunque las autoridades todavía no han publicado un parte oficial exhaustivo de daños, se han difundido múltiples imágenes y testimonios que muestran viviendas destruidas, comunidades enteras anegadas, personas que han perdido todos y zonas enteras incomunicadas.
Las precipitaciones fueron extraordinarias: se registraron acumulados de hasta 500 mm en zonas montañosas, marejadas que elevaron el nivel del mar entre 2,5 y 3,7 metros sobre el normal en la costa suroriental, y rachas de viento que superaron los 190 km/h en el momento del impacto.
La magnitud del fenómeno y la falta de comunicación generan un escenario de alta vulnerabilidad, en el que las comunidades más afectadas esperan asistencia urgente y transparente.








