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          pág 21
        
        
          Cimbra
        
        
          rra carlista, a las obras públicas, en con-
        
        
          creto con el Plan General de Carreteras
        
        
          del Reino (1840)  actuando en la mejo-
        
        
          ra de las comunicaciones y el acceso a
        
        
          las ciudades. Ejemplos de este impulso
        
        
          público son los dos puentes titulados de
        
        
          Isabel II, tanto en Bilbao (1845-1847),
        
        
          como en Sevilla (1845-1852) popular-
        
        
          mente llamado de Triana y que pese a
        
        
          su azarosa ejecución, sostiene el honor
        
        
          de ser el puente de hierro conservado
        
        
          más antiguo de España.
        
        
          OCHO SIGLOS PARA CRUZAR
        
        
          EL PISUERGA
        
        
          Es en este ambiente social y político
        
        
          cuando Valladolid comienza también a
        
        
          reclamar la construcción de un puente,
        
        
          el segundo en la ciudad tras el denomi-
        
        
          nado como Mayor (s. X). Ha habido que
        
        
          esperar ocho siglos para necesitar cruzar
        
        
          nuevamente el río Pisuerga, esta vez 800
        
        
          metros aguas abajo del casco urbano
        
        
          saliendo de la ciudad a través de la ca-
        
        
          rretera de Salamanca (todavía se reco-
        
        
          noce esta denominación en el plano de
        
        
          Valladolid de 1920) entre las calles Arco
        
        
          de Ladrillo y Camino del Prado (por
        
        
          encontrarse en ella el Monasterio del
        
        
          mismo nombre según reza en el Plano
        
        
          de Ventura Seco de 1738), apellido que
        
        
          tomará como el suyo denominándose
        
        
          Puente del Prado. Esta nueva infraes-
        
        
          tructura permitirá dar continuidad a las
        
        
          carreteras que conectanMadrid, Burgos,
        
        
          Calatayud y Zamora, además de sacar el
        
        
          tráfico de mercancías (sobre todo con
        
        
          destino a la dársena del Canal de Cas-
        
        
          tilla) del núcleo  habitado.
        
        
          Pero de forma previa al reconoci-
        
        
          miento de este puente vallisoletano,
        
        
          quizá debamos explorar una serie de
        
        
          aspectos y circunstancias que termina-
        
        
          rán por tener presencia e incluso condi-
        
        
          cionar el proyecto ejecutado.
        
        
          Según avanzaba el siglo XIX, hay un
        
        
          notable interés por conocer mejor las
        
        
          propiedades de nuevos materiales y sus
        
        
          límites resistentes y funcionales. Se pro-
        
        
          ducen importantes avances teóricos en
        
        
          el campo de la Teoría de Estructuras y la
        
        
          Resistencia de Materiales, afirmándose
        
        
          la consolidación de la nueva profesión
        
        
          surgida ya en el siglo XVIII de los Inge-
        
        
          nieros. Primeramente en su condición de
        
        
          
            militares
          
        
        
          (en 1711 se aprueba por Felipe
        
        
          V la creación del Cuerpo de Ingenieros
        
        
          Militares) hasta la formación en 1803 del
        
        
          renombrado por Betancourt como
        
        
          
            Cuer-
          
        
        
          
            po de Ingenieros de Caminos y Canales
          
        
        
          tras
        
        
          la creación en 1802 de la Escuela de Ca-
        
        
          minos y Canales en Madrid. La búsque-
        
        
          da de función social, desde la aplicación
        
        
          utilitaria de los conocimientos científicos,
        
        
          tratará de combinar la armonía formal
        
        
          con la economía del material.
        
        
          Simultáneamente a este reconoci-
        
        
          miento de la ingeniería, la arquitectura
        
        
          y sus límites irán variando en el tiempo,
        
        
          si bien su definición es clara a lo largo
        
        
          de la historia. A pesar de esto en Espa-
        
        
          ña hay que esperar hasta 1757 para que
        
        
          el título de arquitecto quede regulado a
        
        
          través de su enseñanza en la Real Aca-
        
        
          demia de Nobles Artes de San Fernan-
        
        
          Valladolid tardaría ocho siglos  en
        
        
          volver a cruzar el Pisuerga. Finalmente
        
        
          el puente fue apadrinado por Isabel II
        
        
          en 1852.
        
        
          Viajes por España de la firma J. Levi et Cíe. 1888-1889 "Le pont en fer sur la Pisuerga".