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Antonio José Ponte: “Poesía. Un bosque una escalera”

Tomado de ‘La Gaceta de Cuba’, n. 3, mayo-junio, 1995, pp. 32-35.

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Aparición

En Regla
en el embarcadero,
de lancha a lancha nos miramos.

Había sido antes unas risas sin rostro.
detrás de la pared
su risa abrió un bosque,
un abanico verde súbitaneo.

Había sido una voz
en un cruce de teléfonos.

Risa figura voz, para que apareciera
una ráfaga habría dos espaldas.
emergía de alguien conocido
como en una fotografía sobrepuesta.
Del sueño y la neblina,
del agua en la cubeta revelando sus rasgos,
de una lluvia que afina la memoria.

Era de esas esquinas esos instantes
en que dos aguas cruzan para que algo se pierda.
Unas nubes se apartan, un muro resplandece.
Parpadeo del Mundo significa su nombre.
Es pájaros, es flores, capitales,
muertas personas de películas.

Exhalación de alguna bocacalle,
bicicleta, muchacha o muchacha.

Pórtico de la Gloria, Santiago de Compostela

A Machusa y Samuel

No me sobrecogieron las piedras, los altares
ni el liquen amarillo que dora la fachada.
Sentí las vidas
llegadas hasta aquí durante siglos.
Sólo su oleaje, sólo su rumor.

Si hundí mis dedos
las cinco marcas en la columna
fueron el arquetipo de la mano,
destino mío y de todos.

Otros pidieron pruebas de sus existencias,
señas para saber que estaban vivos.
En el Pórtico de la Gloria abjuré de mi vida,
 traspasando la piedra con los dedos
 pedí ser otro de los peregrinos.

Un poco a la manera de Ismael

Se desprendió una nube, floreció el rododendro.
El estiércol humeaba en su nimbo de santo.
Saltó el gallo, la sangre,
se sublevó la lengua:
déjame echarte adentro mi moneda de leche.

Pasó el viento y abrió
las piernas de la hierba.
Se alzó el último viaje del verano.
Déjame echarte adentro mi moneda de leche,
llamar perra arriba llamarte alondra abajo.


Seis minutos de conversación con el extranjero

Entonces tú y yo que nos queremos,
que no comemos ciertas cosas
sin que el otro aparezca,
sin que nos acordemos de una tarde
en un paisaje montañoso,
y un tren en que volvimos hablando de comidas
cuando lo que buscaban nuestras lenguas
era hundirse juntas,
hemos vuelto a las preguntas amables de transeúntes conocidos.
Descarnamos hasta ser estas voces que preguntan del clima.

Mira lo que ha podido hacer en el teléfono la lejanía:
apurarnos a un tiempo cortés indiferente
en que éramos transeúntes conocidos.

Para Ana olivares

Los mejores días están pasando.
Va en el aire en el que te despiertas,
de primavera aún en el verano.

Nombras los árboles y un álamo
es un manojo de ramas frente al cielo.
Ojo, te dices, con la vida profunda
que sale de las cosas nada más que rozarlas.
Todo conspira alrededor de ti:
las aguas, los tejidos se han ido haciendo espesos,
aprestan sus volúmenes los dorados y pardos.
Vienen un día de sol y otro día de nieve,
hay un color de vida verdadera que engaña.
Vuelan espejos, coches, todo corre a algún centro.
Al centro de tu vida donde nunca has estado.

Un bosque, una escalera

En las ramas movidas a su paso hubo algo teatral,
hubo un presentimiento de escenario
y luego nada.
Se perdió entre entre dos árboles, bajaba una escalera,
tocó tu rostro con sus dedos finos llamándote Príncipe.

Si el minuto fuera ese escalón donde se han detenido
ustedes dos besándose
y sintieras aún el perfume que ha levantado el viento
cuando penetra ella entre dos árboles.

¿Qué ensaya el bosque con su cuerpo adentro,
sombra blanca entre ramas eléctricas?
¿Y qué haces tú si no amarla,
perseguir el minuto que ya no sabes dónde fue
—un bosque, una escalera—
pero que crece en ti casi hasta ahogarte?

Entre los colegiales de los Karamazov

Te gritaron también como le gritan
 al que toma unas piedras de la calle,
 y te echaron en cara delgadez,
 poca fuerza
 en unos ejercicios que los demás salvaban.
 Tu inteligencia que la reconocieran los maestros,
 el buen carácter en tu casa.
 los de tu edad sólo veían cuánto te demorabas
 en responder a los insultos con insultos.

No eras como los otros.
Lo que hiciste
o lo que hicieron ellos para ti.
eras ese muchacho cargado de piedras
entre los colegiales de los Karamazov.
Buscaste como él volverte algo sin vida
(un cristal, una estrella, un adulto lejano).
vivir en otro día…
La pelea, sin embargo, no estaba terminada.
tantos años después todavía tú gritas
“Hazte piedra,
 golpea”.


En el antiguo barrio de las putas

Deben estar secando sus cabellos al sol
las putas de antes que continúen vivas.
Alrededor del cuello una toalla húmeda,
algunos pétalos en el cubo de agua,
sus cabezas de retina vencida mirando un gorrión.

El gorrión busca semillas de arroz regadas en el suelo.
qué capricho de pájaro no tendrá la memoria
que salva un grano y una noche y un hombre
de tantos hombres y noches como fueron.

Con amarillas uñas de ave las mujeres
abren mechones para que el sol llegue hasta el cráneo.
Las putas de antes qué tristeza cómo preparan a esta hora
su arroz, su huevo frito, su plátano maduro en la manteca.

En el antiguo barrio de las putas sobrecoge el cansancio.
Lo que procura despertar tantos libros, tantos retratos de familia,
algo nombra hable con espesor, hondura, y que la vida humana tiene,
se encuentra aquí.
Cansancio de ver fotos con cabezas agrupadas:
 celebraciones, ritos, condenas, multitudes, vagones atestados.
 En el barrio de los gestos repetidos el aire lleva tantas capas
 como un pastel de hojaldre.
 Las superposiciones, el hacinamiento
 de una generación sobre las anteriores,
 el humos de los hombres, se siente como un peso.
 puede hablarse como en ningún otro lugar de lo hondo del pasado.

Vidas paralelas (La Habana, 1993)

Se apaga un municipio para que exista otro.
Ya mi vida está hecha de materia prestada.
Cumplo con luz la vida de algún desconocido.
digo a oscuras: otro vive la que me falta.

A la salida de una conferencia

Los aplausos no pagan,
tampoco lo que viste en los ojos de otro.
Algo que perseguías,
el silencio hacia el cual lanzar palabras,
ahora te da frío.
Fueron palabras para encontrar un sitio,
acabadas y dichas no sabes dónde estar.
a la salida de una conferencia te traicionas:
primero hablas de poesía,
después vuelves a casa.

ARCHIVO RIALTA
ARCHIVO RIALTA/archivo/
Rialta, Alianza Iberoamericana para la Literatura, las Artes y el Pensamiento A. C. es una asociación civil con sede en Querétaro, México, de carácter no lucrativo, que tiene por objeto principal la promoción y fomento educativo, cultural, artístico, científico y tecnológico.

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