SANTA CLARA, Cuba. – Aún no son las 8:00 de la mañana y ya varias personas aguardan en la cola frente al Telepunto de ETECSA, en la céntrica calle Marta Abreu de Santa Clara. Más de cinco de los presentes ventilaban en voz alta su situación, quizás en busca de cierta empatía entre quienes comparten la misma espera. Casi todos se han llegado a preguntar si acaso entraron finalmente las tarjetas USIM, en falta desde hace meses en esa sucursal del monopolio estatal de las telecomunicaciones.
La noche anterior y en medio de un apagón, un ladrón penetró a la sala de la casa de María del Carmen —de las que espera en la fila— y le llevó el celular de encima de la mesa. Otro hombre narra una experiencia similar: “Estaba sentado en la puerta revisando Facebook para entretenerme porque no tenía corriente y pasaron dos en una motorina y me lo arrebataron de las manos”. A un muchacho más joven, que dice ejercer como maestro, por lo que depende casi completamente de su móvil para planificar sus clases y comunicarse con sus alumnos, se lo sustrajeron como “por arte de magia” en algún punto de su recorrido hacia la Escuela Pedagógica.
Todas las víctimas de robo presentes en la cola mantienen la esperanza de recuperar sus líneas, pero el encargado de la entrada al establecimiento les comunica la mala noticia: “Esta semana tampoco han entrado, ni nuevas, ni de reposición”. Dentro del establecimiento una de las trabajadoras le sugirió a María del Carmen que pasara a preguntar “de vez en cuando” o llamara por teléfono para que “no perdiera el viaje” porque nunca se sabe cuándo volverán a estar disponibles.
No fue hasta febrero de 2015, cuando entró en vigor la Resolución 593 de ETECSA que a los cubanos se les permitió contratar hasta tres líneas permanentes de telefonía celular cuyo costo actual es de 1.000 pesos con una cuota de activación de 750 CUP y 250 CUP de saldo inicial. Años más tarde, la llegada del internet por datos móviles disparó la demanda de estas tarjetas, necesarias para acceder a la red 3G y 4G, que llegaron a agotarse incluso en zonas estratégicas de la capital como en el Aeropuerto Internacional “José Martí”, según reportes de ese entonces del diario 14ymedio.
La crisis con las tarjetas SIM en Cuba por largos períodos de tiempo no es nueva. En 2022, ETECSA dijo contar con niveles bajos de disponibilidad en su red comercial, justo cuando limitó la adquisición de líneas móviles de manera temporal a solo una por persona y lo justificó aludiendo a “que son compradas en el mercado internacional”. En la misma publicación en redes sociales la empresa concluía con la especificación de que la posibilidad de “adquirir líneas móviles en USD” era “una oferta independiente” y estaba vigente desde hacía “más de 10 años”, supuestamente para garantizar los fondos necesarios para adquirir “otros recursos que aseguran la infraestructura de telecomunicaciones”.
Si anterior al tarifazo, muchos cubanos se limitaban a adquirir quizá una línea o dos, la demanda por usuario se disparó luego de que ETECSA restringiera la posibilidad de recarga a solo 360 pesos mensuales para la compra de planes de datos móviles. Por lógica, si una persona cuenta con varias SIM, tendrá más saldo disponible tanto para conectarse como para revenderlo en el mercado informal. Tras la polémica medida, la presidenta ejecutiva de ETECSA, Tania Velázquez Rodríguez, reconoció que “muchas veces no hay líneas para comprar”, por lo que han tenido que adoptar “algunas medidas” como impedir la adquisición a los usuarios de las dos adicionales que les corresponden, “porque sencillamente no tenemos las líneas para comercializar”.

“Cuando me llevaron el celular, tenía las dos mías dentro del teléfono, por lo que me quedé hasta sin Transfermóvil hasta que pueda tener una de mi propiedad”, especifica Jorge David, el profesor víctima del robo. “Normalmente me compraba los seis gigas para cada una de las líneas y con eso, más o menos, me alcanzaba para el mes. Cuando pregunto allá dentro [de la oficina comercial de ETECSA] me dicen que, si tuviera a alguien en el exterior, me podían comprar la tercera que me toca desde afuera para ir resolviendo hasta que entren las de reposición”.
Casi al frente de la oficina, otro establecimiento comercial de ETECSA vende teléfonos y accesorios exclusivamente en USD, justo donde los usuarios a los que les compran las líneas desde el exterior deben acercarse a recogerlas presentando su carné de identidad. La dependienta que atiende a los clientes explica que, por el momento, no hay posibilidad de adquirirlas mediante la tarjeta clásica, y sugiere que el familiar realice el proceso mediante la página Suena Cuba. El costo de las líneas permanentes en esta plataforma es de casi 50 dólares (45,99 USD).

“Aquí no se vende una línea hace meses, y a mí se me cae la cara de vergüenza de decirle a la gente que viene a preguntar que no se sabe hasta cuándo. Tampoco hay garantía de que cuando lleguen alcancen para todos los casos que recibimos a diario por pérdida o robo, que son muchos”, especifica una trabajadora de ETECSA que pidió proteger su identidad para evitar ser despedida. “Además, como en todos los lugares de Cuba, aquí también existe primero el amiguismo”, acotó.
Mientras tanto, las líneas móviles se están cotizando entre 10.000 y 15.000 pesos en el mercado informal, en muchos casos exclusivamente en dólares o euros. En una reciente publicación de Facebook del perfil Ojo Cuba, decenas de usuarios de todo el país denunciaron la escasez de las referidas USIM en sus provincias y el incremento de estafas debido a la propia urgencia de compra “por la izquierda”.








