
¿El dinero es tan solo vanidad?
Nosotros no cesamos, ni un instante, de procurarnos el dinero, porque es el dinero el que nos garantiza algunos bienestares.

Nosotros no cesamos, ni un instante, de procurarnos el dinero, porque es el dinero el que nos garantiza algunos bienestares.

Lo revelado acerca de los reiterados viajes de Raúl Guillermo Rodríguez Castro a Panamá y Caracas, acompañado por los directivos de GAESA, igualmente permiten sospechar lo que ocurre.

Redactor de la Declaración de 1948, Santa Cruz dejó un legado central en la defensa de la democracia como derecho humano universal.

«A mi casa regresé flaco, sucio, lleno de picadas de mosquitos y garrapatas, y con una sarna que curé con Permetrina».

Las informaciones de la prensa oficialista permiten constatar un mangoneo grosero y evidente del régimen castrocomunista.

Tras ser sorprendido en su propiedad por dos desconocidos armados que le advirtieron que lo vigilan, el autor expone otro capítulo del cerco y la intimidación que padece desde hace años.

Los detalles de esa guerra, durante los 14 años que duró, de 1975 a 1989, fueron un secreto a voces en Cuba.

¿Cómo es posible que Alejandro Gil Fernández y otros imputados de los que no se ha publicado su identidad, incurrieran en diez delitos, graves, de peligro abstracto unos, pero otros de peligro concreto, sin que Raúl Castro y los ministros de las Fuerzas Armadas y del Interior y Miguel Díaz-Canel no lo supieran…?

Su “error”, el verdadero por el cual su vida ahora corre peligro, probablemente haya sido haber hecho sin permiso lo que otros hacen con “patente de corso”, en un sistema donde la sentencia se dicta antes del juicio.

La jefatura castrocomunista ha dejado ver el terror que la embarga tras la publicación de la reciente carta del exjefe de inteligencia chavista.

Nosotros no cesamos, ni un instante, de procurarnos el dinero, porque es el dinero el que nos garantiza algunos bienestares.

Lo revelado acerca de los reiterados viajes de Raúl Guillermo Rodríguez Castro a Panamá y Caracas, acompañado por los directivos de GAESA, igualmente permiten sospechar lo que ocurre.

Redactor de la Declaración de 1948, Santa Cruz dejó un legado central en la defensa de la democracia como derecho humano universal.

«A mi casa regresé flaco, sucio, lleno de picadas de mosquitos y garrapatas, y con una sarna que curé con Permetrina».

Las informaciones de la prensa oficialista permiten constatar un mangoneo grosero y evidente del régimen castrocomunista.

Tras ser sorprendido en su propiedad por dos desconocidos armados que le advirtieron que lo vigilan, el autor expone otro capítulo del cerco y la intimidación que padece desde hace años.

Los detalles de esa guerra, durante los 14 años que duró, de 1975 a 1989, fueron un secreto a voces en Cuba.

¿Cómo es posible que Alejandro Gil Fernández y otros imputados de los que no se ha publicado su identidad, incurrieran en diez delitos, graves, de peligro abstracto unos, pero otros de peligro concreto, sin que Raúl Castro y los ministros de las Fuerzas Armadas y del Interior y Miguel Díaz-Canel no lo supieran…?

Su “error”, el verdadero por el cual su vida ahora corre peligro, probablemente haya sido haber hecho sin permiso lo que otros hacen con “patente de corso”, en un sistema donde la sentencia se dicta antes del juicio.

La jefatura castrocomunista ha dejado ver el terror que la embarga tras la publicación de la reciente carta del exjefe de inteligencia chavista.
