
La habitación de al lado, el debut en inglés del director español Pedro Almodóvar, ganó el León de Oro del 81o Festival Internacional de Cine de Venecia. Ello supone el galardón más importante en la carrera de este realizador en festivales Clase A, tras varias décadas calificado como una de las voces más influyentes del cine contemporáneo. Por otra parte, el manchego se convierte hoy en el primer español que encabeza el palmarés de Venecia desde que en 1967 Luis Buñuel triunfara con Belle de Jour.
Almodóvar regresó a Venecia tres años después de estrenar allí Madres paralelas, su anterior largometraje de ficción. Por su trabajo en ese filme, Penélope Cruz mereció la Copa Volpi a Mejor actriz. También en la Mostra, el cineasta ibérico obtuvo además el premio a Mejor guion por Mujeres al borde de un ataque de nervios, y años después fue distinguido con un León de Oro de Honor a toda su trayectoria. Atesora otros de los grandes reconocimientos como los Oscar a Mejor película internacional, por Todo sobre mi madre, y a Mejor guion original, por Hable con ella, así como el premio a Mejor guion en el Festival de Cine de Cannes, por Volver.
Antes de emprender la producción de La habitación de al lado –que protagonizan las famosas actrices Tilda Swinton y Julianne Moore, a quienes el realizador dedicó el premio en la ceremonia de clausura–, el autor de Todo sobre mi madre y La ley del deseo ya había consumado dos trabajos cortos en inglés: La voz humana (2020) y Extraña forma de vida (2023). La historia de este nuevo filme se basa en la novela Cuál es tu tormento, de la escritora estadounidense Sigrid Nunez, que discute temas caros al imaginario almodovariano como la muerte, la amistad, la enfermedad y el dolor. Otra vez explora el universo femenino (otra de sus obsesiones) a través de la experiencia de dos viejas amigas que, pasados los años y bajo extrañas circunstancias, se vuelven a encontrar.
“El filme habla de una mujer que agoniza en un mundo agonizante. Y de la persona que decide compartir con ella sus últimos días. Acompañar un enfermo terminal, saber estar al lado, es una de las grandes cualidades que poseemos. Despedirse de este mundo limpia y dignamente es un derecho fundamental, no es político sino humano”, dijo este sábado el director al recibir el premio durante la gala de premiación.
El jurado de este año estuvo presidido por la actriz francesa Isabelle Huppert, ganadora de dos Copas Volpi por Un asunto de mujeres (1988) y La ceremonia (1995). El resto de sus miembros fueron James Gray, Andrew Haigh, Agnieszka Holland, Kleber Mendonça Filho, Abderrahmane Sissako, Giuseppe Tornatore, Julia von Heinz y Zhang Ziyi.
El Gran Premio del Jurado de esta edición se otorgó a Vermiglio, de Maura Delpero, mientras que el galardón a Mejor Dirección terminó en manos de Brady Corbet por The Brutalist. Esta última ya ha sido calificada por la crítica como una obra maestra. Su argumento explora la vida del arquitecto judío László Tóth, quien después de sobrevivir al Holocausto emigra a los Estados Unidos con su esposa, y allí lo espera una experiencia que los cambiará todo definitivamente.
La cinta italiana, entre tanto, aborda conflictos íntimos de una familia en un pueblo montañoso en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Delpero es mayormente conocida por su carrera como documentalista, en la cual destacan obras como Moglie e buoi dei paesi tuoi (2005) y Signori professori (2008). Su primera ficción fue Maternal, estrenada en 2019 en el Festival de Locarno. Tanto en esos documentales como en sus ficciones, la directora encara asuntos vinculados a la maternidad y la educación, y explora sobre todo los modos en que los seres humanos nos relacionamos.
La georgiana April, de Dea Kulumbegashvili, consiguió el Premio Especial del Jurado. Kulumbegashvili dio mucho de qué hablar con su ópera prima, Beginning, que en 2020 ganó cuatro galardones en San Sebastián, incluyendo el de Mejor película. Con April se adentra en el mundo rural para discutir la problemática del embarazo y el aborto en la adolescencia. Bajo los mismos códigos del cine de autor visibles en su anterior filme, esta director combina la denuncia social y la representación poética. La trama se centra en Nina, una ginecóloga que realiza abortos clandestinos en parajes de difícil acceso, con todos los riesgos que ello implica para las pacientes y para su misma carrera.
La única cinta latinoamericana que entró en el palmarés principal fue Ainda estou aqui, del destacado realizador brasileño Walter Salles. La película obtuvo el premio a Mejor Guion, que recibieron Murilo Hauser y Heitor Lorega, responsables de adaptar el libro de memorias homónimo de Marcelo Rubens Paiva.
Los premios de interpretación fueron entregados a Nicole Kidman por Babygirl (Copa Volpi a Mejor Actriz) y Vincent Lindon por The Quiet Son (Copa Volpi a Mejor Actor). Mientras, el Premio Marcello Mastroianni a Mejor Actriz o Actor Joven recayó en Paul Kircher por Leurs enfants après eux.
Orizzonti –quizás la más prestigiosa de las secciones paralelas del Festival de Venecia– reservó su máxima distinción, el premio a Mejor película, para The New Year that Never Came, de Bogdan Mureșanu. El Premio Especial del Jurado se concedió a One of Those Days When Hemme Dies, de Murat Fıratoğlu, y el laurel a Mejor dirección a Sarah Friedland por Familiar Touch. Esta última película también mereció el Premio Luigi de Laurentis a la Mejor Película Debut.
En Orizzonti los honores a Mejor Actriz y Actor fueron, respectivamente, para Kathleen Chalfant, por Familiar Touch, y Franceso Gheghi por Familia. En tanto, los filmes distinguidos con los lauros a Mejor Guion y Mejor Cortometraje fueron, respectivamente, Happy Holidays, de Scandar Copti, y Who Loves the Sun, de Arshia Shakiba.
Esta vez la cita veneciana también llamó la atención por incluir un conjunto de importantes directores del cine contemporáneo en su sección “Fuera de competencia”. Por ejemplo, llegaron a las pantallas de Venecia sin participar en la carrera por el León de Oro autores tan prestigiosos como Lav Diaz, con Phantosmia; Takeshi Kitano, con Broken Rage,y Harmony Korine, con Baby Invasion. Asimismo, Marco Bellocchio y Alice Rohrwacher estrenaron en ese apartado sendos cortometrajes: Se posso permettermi Capitolo II y Allégorie citadine.