LIMA, Perú – Cerca de una veintena de vecinos de Guairajal, provincia de Holguín, entre ellos mujeres y niños, salieron a protestar a los caminos del poblado tras 26 días sin electricidad y agua.
El periodista Mario J Pentón compartió varias grabaciones de la manifestación a través de Facebook, donde se puede ver al grupo de cubanos con cacerolas, carteles y coreando: “¡Queremos corriente!”.
Esta es la tercera protesta que ocurre en el municipio de Mayarí desde el viernes, territorio afectado por el paso del huracán Melissa a finales de octubre pasado.
“¡Queremos que se ocupen de este barrio!¡Quieren desaparecernos! ¡Aquí había doscientas y pico de casas y no quedan 40! (…) Quiero que entiendan esto: no nos dejan otra opción”, denunció uno de los manifestantes.
Los vecinos también reclamaron por la falta de agua, comida, el deterioro de la escuela del pueblo y el abandono de las autoridades.
“Estamos cansados. Hemos perdido toda la fuerza. Nos hemos enfermado de estar cargando agua del río para tomar, un agua que está contaminada por tanta lluvia. Esto da grima. No tenemos ayuda de nadie. Nadie nos atiende. Nos sentimos abandonados”, comentó una de las pobladoras.
En los últimos días también salieron a las calles en Mayarí habitantes de Pontezuela y Seboruco. En esas localidades los reclamos fueron motivados también por semanas de apagones, escasez de agua y la ausencia de una respuesta estatal.
En Pontezuela fuentes de CubaNet informaron que el intendente local y un oficial de la policía política del régimen cubano se presentaron en el lugar. Las autoridades dijeron desconocer la magnitud de las afectaciones eléctricas y aseguraron que el servicio podría quedar restablecido en unos dos días.
Por su parte, en Seboruco el malestar se exacerbó el último viernes tras una publicación del periodista oficialista Emilio Rodríguez, quien aseguró que el pueblo ya había recuperado la electricidad. Aunque la información era parcialmente cierta —un pequeño segmento de cinco o seis viviendas sí había sido reconectado días antes—, la mayoría seguía sin corriente ni agua, lo que elevó la indignación.
Tras un intercambio con el delegado del régimen los vecinos decidieron convocar a más personas desde la propia bodega local y poco después, los dirigentes del puesto de mando del ciclón acudieron al lugar en un jeep y comenzaron a ofrecer explicaciones.
De acuerdo con información recopilada por Diario de Cuba, las autoridades reanudaron el servicio eléctrico alrededor de las cinco de la tarde, tras la presión sostenida de los manifestantes.
A pesar de la reposición parcial de la electricidad, los residentes aseguran que aún enfrentan problemas serios de abastecimiento de agua debido a que la comunidad se encuentra en una zona elevada, donde el suministro depende directamente de la energía eléctrica.








