12 de diciembre, 1989
Sr. Florencio García Cisneros
Noticias de Arte
New York City
Estimado señor Cisneros:
En mi artículo “Cuba: literatura y desarraigo”, aparecido en su periódico con fecha septiembre-octubre, 1989, entregué el galardón de “nuestra mejor pieza en el siglo XX” a la novela de Guillermo Cabrera Infante, Tres tristes tigres. Fuentes allegadas me informaron que Reinaldo Arenas no pudo tolerar mi secular, y, a sus ojos, injusta premiación. Pues aquí la reitero y con una adición: creo honestamente que es esta la mejor obra escrita por un cubano no sólo del presente siglo sino de nuestra Historia. La más breve incursión por nuestra literatura, por nuestra novelística me daría toda la razón: Tres tristes tigres es nuestro único clásico.
Con respecto a la desafortunada aunque sui géneris carta de Reinaldo Arenas publicada en Noticias de Arte, donde me acusa de plagio y otros vituperios, debo aclarar que en realidad yo trataba de copiar de Gabriel García Márquez por lo que decidí hacerlo directamente de arenas para así evitarme algunos incomprensibles colombianismos. Lamento no poderme desprender de la profunda influencia que ha ejercido en mí el autor de Cien años de soledad. Esa carta es una muestra de cómo la miseria, el resentimiento y el odio pudieron destruir el prestigio intelectual de un escritor cubano de indiscutible talento.
De haber comprendido a Ángel Rama cuando refiriéndose a arenas afirmara: “he agotado la voluntad y la persuasión y debo decir que encuentro su gesticulación pública lamentable: lo daña a él y lo convierte en una figura irrisoria, prontamente desechable”, me hubiera ahorrado esta carta.
Atentamente,
Miguel Correa