El Premio Herralde de Novela, que otorga cada año la editorial Anagrama, distinguió a principios de esta semana a dos autoras, algo que no ocurría desde el año 1994. Cynthia Rimsky (Santiago de Chile, 62 años) y Xita Rubert (Barcelona, 28 años) pertenecen a distintas generaciones, pero –según el jurado del galardón– las une la prodigiosidad con que elaboran sus historias. Vale poner el ojo sobre sus respectivas poéticas por lo que tienen de rara avis literarias, ha adelantado el sello español que pondrá a circular las novelas premiadas el próximo 27 de noviembre.
“Lo del premio ha sido muy gratificante porque este año se premiaron dos novelas que son más disruptivas, que se juegan más en la escritura, novelas más «descolocadoras», y esto no lo digo yo sino el fallo del jurado”, comentó el lunes Rimsky a La Nación de Argentina. Y sí, en las lecturas que hicieron los integrantes del jurado, uno de los puntos de encuentro entre ambas es el ritmo descontinuado de su prosa y la extrañeza punzante con la que narran.
Rimsky ganó por Clara y confusa, que cuenta la trama del amor entre una artista y un plomero. “El arte y el enamoramiento como experiencias que sintetizan la máxima claridad y la máxima confusión. Belleza, inteligencia y humor en este libro de Cynthia Rimsky”, declaró la escritora española Marta Sanz, como parte del jurado. “Una comedia romántica de vanguardia”, escribió el mexicano Juan Pablo Villalobos, también uno de los dictaminadores del Herralde 2024. Un libro donde el amor es no correspondido, destapa dependencias y límites torturantes, según la nota de contracubierta.
Rubert mereció el premio por Los hechos de Key Biscayne, una novela de misterio que aborda el amor de una hija por un padre “seductor, entusiasta e irresponsable”, señaló el académico español Gonzalo Pontón Gijón, también integrante del jurado. En este libro, como en el de Rimsky, las cosas se salen de control: los niños protagonistas del relato tienen doce y catorce años, y el padre “se los lleva a una isla en el sur del Florida, cerca de Miami, y las cosas progresivamente comienzan a irse al garete”, reveló su autora a la prensa.
Por su parte, Villalobos –ganador de este lauro en 2016– ha precisado que la historia va de “una adolescente fascinada con su padre, un hombre estrafalario y encantador incapaz de bajar de la luna para ejercer la paternidad”. El amor atravesado por la complejidad humana e incluso la violencia en el medio de las dos historias: otra cosa que une a las autoras ganadoras.
La ambigüedad es también un rasgo de estilo que atraviesa la narración en ambos libros. En el caso de Clara y confusa, se alude desde el título a ese juego que la autora sabrá mantener mientras hace al lector preguntarse: ¿qué es el amor?, ¿qué es el arte?, y algunas cosas más.
En Los hechos de Key Biscayne, la joven escritora se las arregla para expresar la complejidad del vínculo adolescente entre una chica y su padre abordando temas como la memoria, la desubicación, “los desórdenes de la pubertad”, ha dicho a su vez Marta Sanz, también ganadora del Herralde.
¿Qué nombres le ponemos al amor, los límites que separan la figura del padre, del maestro, del amante, el cuerpo sexualizado de las púberes…? “La ambigüedad y la capacidad de sugerencia de Los hechos de Key Biscayne se transforman en un corte preciso en la piel y la conciencia de quienes leemos esta historia de vampiros”, agregó la integrante del jurado.
Pese a su corta edad, la primera novela de Rupert, Mis días con los Kopp (Anagrama, 2022), fue seleccionada entre las mejores obras del año por diversos medios españoles; resultó finalista del Prix du Premier Roman de Chambéry, y ha sido traducida en Brasil y en Alemania. En este libro, elabora una fina crítica a la separación que existe entre la élite académica y la realidad que la rodea. Los interesados en leer a esta narradora pueden comenzar rápidamente con los relatos que ha publicado en medios españoles como El País o El Cultural.
Cynthia Rimsky, como parece lógico por su edad, ha publicado muchísimas más novelas. La más conocida es El futuro es un lugar extraño, que ganó el Premio Mejor Obra Literaria del Consejo Nacional de la Cultura en Chile en 2017 y que narra carnavalesca y libremente el recuerdo de una exmilitante que luchó contra la dictadura en Chile.
Igualmente destaca Los perplejos, donde Rimsky cuestiona los mandatos sociales y religiosos (del judaísmo, por más señas) y aborda la perplejidad como “una manera de mirar el mundo sin juzgarlo”.
Sobre el asunto de esta última novela, explicó a la editorial Eterna Cadencia: “Me pareció que la perplejidad podían ser unos buenos anteojos que me permitieran salirme del juicio. Me parece que la perplejidad es una linda manera de leer: como un filtro que se le pone al lente. Y es increíble cómo las cosas van perdiendo los «y», «como», «y es que», «por lo tanto», «sin embargo». Todos estos ilativos, que están tan presentes en nuestra cultura y hacen que las cosas funcionen, te das cuenta de que son completamente irracionales. Poner «sin embargo» entre una cosa y la otra no soluciona nada. Y la perplejidad, creo, hace caer todos esos ilativos que están a la fuerza, y te hace ver entonces las cosas y encontrar relaciones entre las cosas. Los ilativos lo que hacen es que quepa todo en un frasco, cuando no tiene cómo caber”.
Las dos premiadas por Anagrama este año son escritoras que encaran temas arduos y se acercan a la lucidez al cuestionar el propio lenguaje que tenemos para hablar de ellos. Se están planteando nuevas formas de arrojar luz sobre las cosas.
Ambas tienen en común, además, por fuera de su labor escritural, la docencia. Xita Rubert es profesora en la Universidad de Princeton, Estados Unidos, y Cynthia Rimsky en la Universidad de Buenos Aires.
Sobre la noticia del premio, la autora nacida en Barcelona dejó este comentario para La Nación: “me alienta para continuar escribiendo en la vía de lo que hice con mi primera novela, que es retratar conjuntos de personas, a veces de una familia, a veces de un barrio, a veces de una sociedad, y ver qué hay detrás de lo que dicen sobre sí mismos”.
A esta 42 edición del Premio Herralde de Novela se presentaron mil 149 obras, según Anagrama, y siete fueron las seleccionadas como finalistas. El galardón está dotado con 30 mil euros que deberán repartirse las ganadoras.