
La surcoreana Han Kang (Gwangju, 1970) se convirtió en la primera autora de su país en ganar el Premio Nobel de Literatura, y a sus 53 años es la persona más joven en recibir semejante reconocimiento desde que hace 37 recayera en el poeta ruso exiliado Joseph Brodsky, entonces de 47 años. La narradora asiática –distinguida en virtud de su “intensa prosa poética que afronta traumas históricos y expone la fragilidad de la vida humana”– es asimismo la décimo octava mujer galardonada en 117 ediciones del lauro, según destacaron medios de prensa internacionales.
Este jueves 10 de octubre, el Comité del Nobel de la Academia anunció la decisión, sustentada en una obra narrativa que ha sido traducida a más de treinta lenguas y que revela una “conciencia única de las conexiones entre el cuerpo y el alma, los vivos y los muertos”. Igualmente, los académicos elogiaron el “estilo poético y experimental” de Han.
Según trascendió, la agraciada vivía este jueves “un día normal y acaba de cenar con su hijo” cuando le fue comunicada la noticia vía telefónica.
La escritora ganó notoriedad tras conquistar en 2016 el premio Man Booker International por su novela The Vegetarian (La vegetariana), que narra la historia de Yeonghye, una joven aparentemente normal que decide abandonar la ingesta carnes empujada por crueles pesadillas. La obra explora los bordes de la cordura, así como el status del cuerpo como territorio inalienable y refugio del individuo.
Tras ese libro, su cuarta novela –titulada La clase de griego (Literatura Random House)–surgió, de acuerdo con la autora, de la experiencia de silencio que vino durante una fase del bloqueo. “Tal vez porque no era sincera en ese momento. Me faltaba sinceridad al escribir y por eso no podía seguir. Más tarde me di cuenta de que dentro de la ficción también se puede incluir la verdad. No por escribir ficción se pierde la verdad, se trata de buscar esos caminos en los que se pueda introducir, aunque sean estrechos”, reflexionó Han en entrevista para El País de España hace poco más de un año.
En esa ocasión, la novelista surcoreana también definía su relación con el lenguaje: “Es un medio único e importante”, dijo, “pero al mismo tiempo es lo que me hace sufrir. Porque es un medio imposible, se resbala fácilmente”.
A propósito de otra obra suya, la crítica Isabel Zapata ha sopesado la pertinencia de las taxonomías genéricas en ciertos momentos de la escritura de Han. “Si Blanco es novela o poesía es una pregunta que no tiene caso intentar responder”, escribió en la revista de la Revista de la Universidad de México. “Es novela y es poesía y es una serie de oraciones lanzadas al vacío. Es una meditación sobre la ausencia y el dolor, es un sueño ligero. Es también un ensayo visual, pues entre los textos hay intercaladas una serie de siete fotografías [….]. Blanco es, sobre todo, una voz de la cual solo alcanzamos a escuchar el eco. Lo leemos, lo intuimos: una muestra delicada y poderosa de cómo lo que podemos decir de la muerte es, en el fondo, lo que podemos decir de la vida”.
Otro de sus libros destacados es Actos humanos, por el que se le concedió el Premio Manhae de Literatura de Corea y el Premio Malaparte en Italia (2017). Hasta 2018, fue profesora de Escritura Creativa del Instituto de las Artes de Seúl.
En el linaje del Nobel, Han sucede este 2024 al poeta, dramaturgo y narrador noruego Jon Fosse.
Considerado abrumadoramente el galardón literario más prestigioso del mundo, el Nobel está dotado con 11 millones de coronas suecas (un millón de dólares).