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Cine cubano independiente en la antesala de ‘He aprendido a nadar en seco’, exposición de Coco Fusco en el MACBA de Barcelona

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“La memoria es un paisaje derruido” es el título de un ciclo de cine que ha echado a andar en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) como antesala audiovisual o simbólica rampa de lanzamiento para la exposición He aprendido a nadar en seco de la artista cubanoamericana Coco Fusco, que acogerá esa institución desde este 28 de mayo hasta el 11 de enero de 2026.

Sobre el territorio común del arte contemporáneo cubano y la creación independiente se establece un diálogo entre ambos eventos que, sin embargo, son autónomos entre sí, según ha dicho a Rialta Noticias el cineasta cubano José Luis Aparicio, invitado por MACBA a curar “La memoria…”.

“Para complementar, acompañar la exposición de Coco, se les ocurrió, desde la sección de programas públicos de MACBA, armar una muestra de cine cubano alternativo, y entonces decidí el tema de cómo el cine cubano independiente ha revisado en las últimas décadas la memoria histórica del país”, explicó Aparicio sobre la génesis de un programa cuya primera iteración tuvo lugar el 7 de mayo con la proyección de La obra del siglo, largometraje de Carlos Quintela, y que este miércoles propone el elogiado documental A media voz, de Heidi Hassan y Patricia Pérez.

Y, en efecto, la muestra de Fusco tendrá como “núcleo central” […] la palabra, el uso simbólico del silencio y, la inversión de lengua y lenguaje en una confrontación histórica –y del presente–, entre la expresión artística y el poder”, advierte el museo catalán. “Un lugar crítico aquí lo ocupa la poesía y la literatura cubana”.

Su título, He aprendido a nadar en seco, es la primera frase del microrrelato “Natación”, escrito por Virgilio Piñera en 1957, y recuerda de inmediato otra frase canónica de la producción piñeriana: aquello tan socorrido de “la maldita circunstancia del agua por todas partes”. 

Diríase entonces que justo esto último ha determinado lo primero y que esa secuencia causal es lo que define el sino isleño. 

“Las vidas y los imaginarios de creadores disidentes como los poetas Piñera, María Elena Cruz Varela, Heberto Padilla, Néstor Díaz de Villegas, entre otros, pero también artistas como Luis Manuel Otero Alcántara o el músico Maykel Osorbo, que sufrieron o sufren la represión del régimen, entretejen un recorrido audiovisual, performativo y documental, en el que la Cuba postrevolucionaria, se nos presenta en una compleja articulación de nociones como revolución o patria”, agrega el MACBA sobre la propuesta de Fusco.  

En un movimiento similar, el ciclo cinematográfico comisariado por Aparicio acerca al público catalán las piezas de Quintela, Hassan y Pérez, así como Mafifa, laureado documental de la realizadora y productora Daniela Muñoz, y traza rápidamente un preciso arco entre estos representantes de la actual movida independiente y diaspórica del cine cubano y dos de sus indudables precursores, Miñuca y Fernando Villaverde, cineastas de vanguardia rehabilitados en buena medida, y hace relativamente poco tiempo, por la nueva generación.

Ambos programas –la muestra de Fusco y las proyecciones semanales durante este mayo en el MACBA– revisan a su manera el devenir azaroso de las últimas décadas en Cuba, y asimismo, por obra de las exclusiones al interior de la isla, y por tanto del exilio y la emigración, se desvían hacia el norte.

“Cuba es central en el proyecto [de Fusco], como también lo es Estados Unidos, sus políticas migratorias, el auge de la derecha  y su insistencia de una mono cultura estructural”, apuntan los curadores. “Una miríada de documentación, proyectos curatoriales, efímeras y objetos de sus performance[s], darán también cuenta de sus investigaciones, algunas capturadas en publicaciones como English is Broken Here (1995) y Dangerous Moves: Performance and Politics in Cuba (2015), o en exitosas exposiciones como Only Skin Deep. Changing Visions of the American Self (2004 – 2003)”.  

Por su parte, Aparicio ha elegido como cierre dos filmes realizados hace alrededor de medio siglo en el país norteño, luego de que los Villaverde abandonaran una Cuba cada vez menos propicia para la experimentación fílmica y para la libertad creativa en general.

Apollo, Man to the Moon (1970) y Tent City (1980) —restauradas por la Filmoteca de Catalunya– resultan “piezas esenciales del cine de la diáspora cubana”, sostiene el comisario de “La memoria es un paisaje destruido”, quien se apresura entonces a reconstruirlo sellando el vínculo genético con su propia hornada de realizadores: “Articulada a partir de la hibridación entre cine experimental, ficción y documento, la obra de los Villaverde es un antecedente fundamental de la actual vanguardia cinematográfica cubana”.

Valdría decir que, puesta contra el inflexible fondo de la historia oficial del cine cubano, cotejada con la inercia maquinal del ICAIC, esa furtiva y ondulante tradición que postulan los nuevos cineastas de la isla supone quizá un gesto y una voluntad análogos a los que el MACBA atribuye a la práctica artística de Coco Fusco: “Revertir el marco de representación institucional, devolver la mirada agente al otro, cuestionar las historias coloniales y los procesos culturales y científicos que, derivados de estas, han construido formas de identidad monolíticas y que aún observan la diferencia cultural con cierto escepticismo”.

RIALTA STAFF
RIALTA STAFF
Rialta, Alianza Iberoamericana para la Literatura, las Artes y el Pensamiento es una asociación civil con sede en Querétaro, México, de carácter no lucrativo, que tiene por objeto principal la promoción y fomento educativo, cultural, artístico, científico y tecnológico.

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