El fotógrafo Jorge Bonet cuenta que en 2021 tuvo la suerte de participar en un documental Las maravillas de Regla, dirigido por Cristophe Haleb, el cual se proyectó durante la pasada edición del Festival de Cine Francés en Cuba. La película sigue a un grupo de jóvenes que están arribando a la mayoría de edad.

Son habitantes de Regla —el pueblo/municipio que mira a La Habana desde el otro lado de la bahía— y de un tiempo más bien inhóspito: son días de pandemia, en los alrededores del estallido social del 11J, en la antesala de la mayor sangría migratoria —una crisis más bien silenciosa— en la historia de Cuba.



«Durante el rodaje, pude convivir con ellos y aprender las tendencias y actitudes ante la vida de este grupo conformado por siete chicos y dos chicas», asegura Bonet. «Entendí la vida desde otro punto de vista, traté de entenderlos a ellos y de no juzgar».


Hay en estas fotografías un límpido testimonio de la entereza cándida —y por eso mismo inextinguible— de la juventud frente a la inclemencia de cualquier época o lugar.

«Pasar el rato en el emboque o en la colina, fumar, escuchar música e incluso “buscar algo de dinero” eran algunas de las actividades a las que dedicaban su tiempo», dice Bonet, quien ha guardado de aquella experiencia frases como esta: «la calle es la mejor escuela para aprender de todo», o bien: «trato de buscar al menos 500 pesos al día».

El fotógrafo ha querido compartir ahora este archivo donde unos chicos se mueven gráciles y bulliciosos en esas aguas necesariamente salobres donde confluyen la propia adolescencia y la senectud de lo real…



Sostiene Bonet que estos «jóvenes carismáticos y singulares» resultan, sin embargo, «el reflejo exacto de la sociedad en que viven».

Nos preguntamos qué significa ese kōan, formulado bajo el resplandor de la mítica, la maravillosa, la imaginaria Regla.

(Fotos autorizadas por Jorge Bonet).