octubre 6, 2025

Premios, apremiados y premiosos

"No puede haber en el exilio reconocimiento de ninguna clase para quienes buscan y obtienen reconocimiento de la tiranía".
Cristo de La Habana (Expedia)

FILADELFIA, Estados Unidos – La noticia de este premio, y muy en particular la relación de las personas a quienes se otorgará, me hicieron pensar en la conocida novela Los premios, de Julio Cortazar. Más que en virtud de los paralelos con ésta, por las coincidencias de tono y por el plan disparatado, sin dudas irónico, desconcertante e improbable que comparten.

Para quienes no recuerden de que va (en verdad se trata de la novela más olvidable de Cortazar), o no hayan leído esta primera novela publicada del autor, aunque bien se tratara de la tercera escrita por él, he aquí un brevísimo resumen: Un grupo de personas (personajes, referentes, actantes) resultan ganadoras de un sorteo, el cual consiste de hacer un viaje de placer a bordo de un barco.

No sabemos si los ganadores han procurado este premio, o simplemente lo reciben complacidos, pero enseguida entramos en conocimiento de que los galardonados no tienen idea de cuál será el destino al que se encaminan, ni cuáles las actividades que los ocuparán a bordo, y, por último, tampoco están enterados de qué piezas o camarotes ocuparán. Como si no fuera ya éste un premio sustentado en premisas rarísimas, los viajeros tienen prohibido poner pie en popa. A fin de hallar, pues, una explicación a semejantes condiciones, estos deciden, sin más, que se trata de un juego, de una broma por desentrañar. Como parte del mismo, inevitablemente, a medida que éste tiene lugar, el pasado de los participantes se va revelando, y el contraste con la proposición misma que el viaje impone a los viajeros, produce una distorsión en sus personalidades y conductas, de manera que se revela un cambio ostensible en muchos de éstos. Hasta aquí, la novela de Cortazar.

Habría mucha tela donde cortar en cuanto a los paralelos entre ésta, y la realidad que representan los premios que otorgará próximamente la Creation Art Center & Fundación Apogeo, que, según leo, concede el premio Cristo de la Habana, como reconocimiento a la distinción artística, entre otras, a las siguientes personas: Sonia Calero, Arístides Pumariega, Alina Sánchez Rodríguez, Flora Lauten, Marlene Urbay, Meme Solís, Armando López, Caridad Martínez, Belkis Cuza Malé, Alejandro Galindo y Laura Alonso.

(Captura de pantalla: Instagram)

Me pregunto qué tienen que ver artistas y personas con trayectorias tan distintas como el gran compositor, cantante y arreglista Meme Solís, o la magnífica poetisa y escritora Belkis Cuza Malé, o para el caso, el propio Alejandro Galindo, vinculado a las artes escénicas desde muy joven, exiliado temprano, que se vio obligado a escapar de Cuba para escapar al acoso y la persecución que ya se imponían, con la trayectoria afín al castrismo de Flora Lauten, o la propia Alina Sánchez. De la primera de estas, habría que decir que no hace mucho fue premiada en La Habana, donde los únicos reconocimientos permitidos son los otorgados por los medios oficiales de la tiranía, y de la segunda, que era voz populi su relación con el entonces Ministro de Cultura, miembro del Buró Político del Comité Central y cachanchán del régimen, Armando Hart Dávalos. ¿Era, asimismo, miembro del Partido? —me pregunto—.

En la relación de los premiados, demasiado extensa para un premiecito de esta naturaleza, figuran otros muchos que, o bien no conozco, o se trata de figuras que se acogieron a sagrado en el exilio, al que, sin embargo, posiblemente no se adhieran políticamente, algo tardecito. ¿Merecen un premio por su trayectoria artística? No lo pondré en duda así no más, pero me pregunto por qué no aparecen muchos otros que en Miami llevan haciendo una labor artística contra vientos y mareas de oportunismo, desde hace muchos años. Y lo peor, mientras el maestro Meme Solís fue castigado y negado en Cuba durante muchos años, de manera que generaciones enteras de cubanos no saben de quién se trata, y Belkis y su esposo, el poeta represaliado, luego exiliado, Heberto Padilla eran vejados y sufrían toda clase de abusos, otros entre los que no podría dejar de mencionar en particular a la señora Lauten, aupaban y eran beneficiarios del régimen que, antes como ahora, no ha cambiado un ápice, como no sea para volverse más intransigente y feroz.

No tengo dudas, de que este premio constituye otra andanada del tardocastrismo, mediante sus avanzadillas guerrilleras culturetas inmiscuidas en el exilio y agazapadas entre nosotros, aprovechándose de la tolerancia de vivir en democracia para sabotearla y desvirtuar sus valores y propósitos. Para ello, vienen como anillo al dedo del engaño, nombrar a Meme Solís, a Galindo y a Belkis entre tanto farsante.

Y no me vengan con que esto tiene que ver con la tolerancia y con separar el arte de la política. Cuando oficialmente se pida perdón a tantos como fueron y son denigrados, ninguneados y enviados a la cárcel o al destierro, entre ellos a Meme Solís, a Belkis Cuza Malé y a tantísimos otros, y hasta tanto se demuestre con evidencias concretas, que ese perdón se corresponde con un cambio profundo en el sistema comunista cubano y sus verdugos, no puede haber en el exilio reconocimiento de ninguna clase para quienes buscan y obtienen reconocimiento de la tiranía.

El pueblo de Cuba sigue enfrentado al régimen, que ha asolado nuestra cultura, empezando por su gente, y éste no constituye una abstracción, sino que está compuesto y sostenido por personas como la señora Lauten, y otros como ella. Por eso, cuando se habla de premios nos decimos: ¡Premios veredes, cosas oiredes y aquí el agua pasada por rosas! Estamos en Miami, no en Cuba, es decir, la quinta columna anticubana, integrada por cubanos afines al régimen que esclaviza, golpea y mata a nuestros compatriotas de la isla, se siente en casa. Mejor aún, porque aquí se permite actuar con cierta autonomía, siempre y cuando no antagonice a los amos a los que sirve, y hasta puede llegar a creerse el cuento de que actúa con absoluta independencia, por convicción y patriotismo.  

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Rolando Morelli

Rolando D. H. Morelli, Ph.D., docente, narrador, poeta y ensayista cubano exiliado. Ha sido profesor universitario en prestigiosas universidades norteamericanas. Pertenece al Pen Club de escritores. Co-fundador y director de las Ediciones La gota de agua. Reside en Filadelfia. Es miembro de la Junta Directiva de CubaNet Noticias.