MIAMI, Estados Unidos. – La cantidad de nacimientos en Cuba ha disminuido en casi un 20% en lo que va del año (en comparación con el mismo período de 2023), según reportaron las autoridades de Salud ante el Parlamento cubano.
De acuerdo con un informe presentado por la doctora Catherine Chibás Pérez, jefa nacional del Programa Materno Infantil (PAMI) del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), en el primer semestre de 2024 se registraron 34.648 nacidos vivos, lo que representa una disminución del 19% en comparación con el mismo período del año anterior.
Chibás Pérez explicó que esta baja en los nacimientos, que se traduce en 8.157 nacimientos menos que en 2023, se debe a varias causas, entre ellas complicaciones en el embarazo y problemas con la atención a las gestantes críticas. “Las investigaciones han identificado factores como embarazos ectópicos, complicaciones de eclampsia y preeclampsia, así como infecciones puerperales”, detalló la funcionaria.
Según las cifras oficiales, la tasa de mortalidad infantil ha mejorado ligeramente, situándose en 7,4 por cada 100.000 nacidos vivos hasta el 11 de julio de 2024, en comparación con el 7,9 registrado al cierre de 2023.
El doctor Francisco Sagaró, diputado a la Asamblea Nacional y médico intensivista del Hospital General “Juan Bruno Zayas”, de Santiago de Cuba, señaló en la reunión que persisten problemas graves en la atención a las gestantes críticas en la región. “En Santiago de Cuba, se ha incrementado la incidencia de anemia, infecciones y embarazos en edades tempranas, una situación que también se presenta en otros territorios del país”, comentó Sagaró.
Desde hace varios años, los indicadores de mortalidad infantil en Cuba han mostrado un empeoramiento progresivo. La tasa de 7,9 en 2023 fue la más alta de las últimas décadas.
Expertos han destacado que la inflación, la escasez de alimentos y medicinas, así como la crisis energética, hacen de Cuba un escenario poco atractivo para tener hijos.
Un reciente informe de la ONU proyecta que la población de Cuba se reducirá drásticamente, situándose por debajo de los seis millones para el año 2100. Este descenso significativo se atribuye principalmente a la baja tasa de natalidad y a la elevada emigración que afecta al país.
En 2023, Cuba registró su nivel más bajo de nacimientos en seis décadas, con solo 90.300. Esta disminución se debe en gran parte a la emigración de mujeres en edad fértil y a la falta de incentivos económicos y sociales para tener hijos.
La emigración también juega un papel crucial en esta tendencia. Cuba ha visto una salida considerable de profesionales y jóvenes que buscan mejores oportunidades en el extranjero. Este éxodo masivo, impulsado por condiciones económicas y políticas desfavorables, coloca la tasa de emigración neta de Cuba entre las más altas del mundo.
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