LIMA, Perú – Un nuevo lote de 15 vehículos fúnebres, totalmente eléctricos, comenzó a brindar servicios este sábado en La Habana, informó en su página en Facebook el ministro del Transporte en Cuba, Eduardo Rodríguez Ávila.
“Proyecto en el que hemos estado trabajando aceleradamente durante el último mes”, aseguró el titular, quien también detalló que los vehículos serán utilizados solo en movimientos dentro de la capital y los costos del servicio los asumirá el presupuesto del Estado, no se paga por la población.
El lote pertenece a la empresa estatal Servi Axess, perteneciente a la Empresa Comercializadora AXESS del OSDE/GEA del Ministerio del Transporte (Mitrans).
“El nuevo parque refuerza la cobertura del servicio (…) recibida por nuestro organismo ante la difícil situación actual”, agrega Rodríguez Dávila.
Hasta la fecha este encargo ha correspondido a la Unidad Presupuestada de Servicios Necrológicos del Gobierno Provincial de La Habana, “bajo difíciles condiciones”.
Considerando que se trata de vehículos eléctricos, precisó el ministro, la carga se respaldará totalmente con paneles solares y su correspondiente acumulación. Adicionalmente se instaló un grupo electrógeno de emergencia como último escalón de respaldo.
“El proveedor asegura el mantenimiento y las reparaciones que sean necesarias para que se mantenga el buen estado técnico de estos medios, y no empecemos con un servicio de calidad y luego las carencias y circunstancias objetivas lastren su desempeño”, resaltó el alto funcionario.
De acuerdo con la publicación, aunque este proyecto ha sido implementado inicialmente en La Habana, forma parte de un plan en marcha, que incluye al resto de las provincias y al Municipio Especial Isla de la Juventud, con la incorporación de nuevos equipos eléctricos y de combustión, ya contratados.
Asimismo, el ministro aseveró que el financiamiento en divisas para estos proyectos, proviene de los fondos para el Sostenimiento y el Desarrollo del Transporte Público, mecanismo implementado este año por el régimen cubano “a partir de los ingresos en divisas” del sector transporte y “de los impuestos por la comercialización de vehículos”.
Los servicios fúnebres son uno de los tantos colapsados en la Isla en medio de la existente crisis, carentes de condiciones, transporte y deficiencias en la gestión. Así lo reflejaba en julio pasado el periodista de Cubanet Jorge Ángel Pérez en su análisis “Hasta morirse en Cuba es un lujo”:
“Hace un tiempo escribí, para este mismo sitio, un texto en el que abordaba el desastre de los servicios funerarios en La Habana. Entonces relaté los avatares que distinguían a los velatorios cubanos. En aquellos días, aún cercanos, se hacía común la falta de féretros, esos a los que la irreverencia nacional acostumbra a llamar `cajas de muertos´. Para entonces hice notar la ausencia de sarcófagos, incluso del cristal que nos permite echar una última mirada al pariente o al amigo muerto que un rato después sería entregado a su sepultura”.
“Aquella vez también comenté la escasez de carros fúnebres y las miles de maneras que socorrieron a los familiares del muerto. Y es que en este país, el viaje hacia la última de entre todas las moradas ya se ha hecho en una carreta tirada por caballos y también en la cama de un camión, incluso en una carretilla o en esa incómoda posición que es `a horcajadas´”.








