LIMA, Perú – Las recientes declaraciones de un doctor en ciencias invitado al programa Cuadrando la caja, transmitido por la Televisión Cubana (estatal), han provocado una fuerte polémica al poner en cuestión el lugar de alimentos centrales en la dieta de los cubanos, como la papa y el arroz, en medio de una crisis prolongada de producción y abastecimiento.
El humorista Ulises Toirac y el economista cubano Mauricio de Miranda Parrondo reflexionaron en redes sociales sobre la última perla del discurso oficial en la Isla.
En tono mordaz, el comediante recordó tiempos cuando había que “hilar finísimo” para colar un chiste con tinte político y superar la censura en la televisión, mientras ahora los propios funcionarios y figuras autorizadas hacen alocuciones irrisorias frente al país.
“¡Y resulta que hoy en día viene cualquiera y en medio de una situación alimentaria que da deseos de llorar, se le ocurre decir que no hay que comer tanto arroz ni papa ni spaghettis! Es que no sé si insultarme o asentir con la cabeza en son de sí `tocaron fondo y avanzan´, o destimbalarme de la risa”, escribió Toirac.
El artista señaló la impronta existente en la Isla como resultado de la colonización española y la llegada de esclavos africanos, así como migrantes chinos y siglos de herencia cultural. “¿No sabe que todos ellos trajeron sus costumbres, religiones y comidas?”, inquirió.
En Cuba, pese a las declaraciones del funcionario, millones de personas asumen la papa y el arroz no solo como alimentos básicos, sino como símbolos de seguridad alimentaria en un contexto de escasez crónica, inflación y deterioro del poder adquisitivo.
“La gente normal de este país ya no escoge lo que se va a comer. Escogen los privilegiados. La gente mete mano por lo que pueda (…) Un respetico, por favor. Que ya se sabe que andan al pairo. ¡No den más señales, que la gente está que arde!”, denunció el humorista.
Por su parte, el economista Mauricio de Miranda Parrondo se refirió “desparpajo de semejantes afirmaciones” que condenan los hábitos de consumo de un pueblo hambriento.
El ecónomo resaltó que en medio de la polémica, muchos televidentes han pasado por alto fuertes declaraciones del otro ingeniero invitado, José Carlos Cordovés Urquiza, director general de política industrial del Ministerio de la Industria Alimentaria.
“Deslizó que no `cabría más remedio´ que vender algunos productos en dólares en el mercado interno para `recaudar´ (ahí está persistente, la idea de extracción de rentas de la sociedad que como está ya no tiene casi nada que extraer y de sus familiares en el exterior) las divisas para adquirir los insumos necesarios para relanzar la industria alimenticia”, subrayó.
Miranda Parrondo señaló que el episodio de Cuadrando la Caja es una muestra más del nivel de irrespeto que los medios de comunicación oficiales en la Isla, regidos por el Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista, sienten los cubanos.
“Nos irrespetan y nos desprecian porque se lo hemos permitido; porque hemos callado; o cuando más burlado (por esa preferencia por el choteo de la que hablaba Jorge Mañach y sobre la que también escribió Don Fernando Ortíz) de la sarta de estupideces con las que nos han tratado de embaucar para esconder su ineptitud, expresada en una crisis estructural devenida debacle”, destacó.
El debate sobre la soberanía alimentaria y la sustitución de importaciones no es nuevo en Cuba. Desde el inicio del llamado “Periodo Especial” en los años 90, el Estado ha promovido discursos y políticas orientadas a reducir la dependencia externa y a modificar los patrones de consumo.
“Basta ya de inmoralidad y de desvergüenza”, aseveró el economista.








