MIAMI, Estados Unidos. — Una mujer cubana deportada desde Estados Unidos el pasado jueves denunció haber sido separada de su hija de dos años, nacida en territorio estadounidense. La joven —identificada como Yudierquis Reyes en un reportaje de CNN en Español— arribó a La Habana en el octavo vuelo de repatriación desde el país norteamericano a la Isla en lo que va de año, en el que también llegaron al país otras 160 personas.
El vuelo fue documentado con acceso exclusivo por CNN en Español, que reportó que todas las personas deportadas “regresaron a su tierra natal con grilletes” y que, pese al deterioro de las relaciones bilaterales entre Washington y La Habana, los traslados continuaban (a razón de uno por mes desde enero de 2025).
Entrevistada por el corresponsal de la CNN en Cuba, Patrick Oppmann, Rojas declaró: “Me dejaron atrás a mi hija de dos años. Yo la pedí”. Según el reporte de CNN, la joven fue arrestada en junio durante un control rutinario del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) en Nebraska, donde vivía con su hija. Desde entonces pasó más de tres meses en centros de detención para inmigrantes.
Finalmente, Reyes fue deportada tras haberse declarado “no contest” (inocente ni culpable) en 2023 por un cargo de agresión en segundo grado, que se resolvió con libertad condicional y sin pena de cárcel. En un comunicado enviado a CNN, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) la calificó de “inmigrante ilegal criminal y abusadora de menores”. Sin embargo, de acuerdo con la revisión de expedientes judiciales de Nebraska realizada por CNN, no hay condena por abuso infantil: ese cargo —“child abuse no injury”— fue retirado por la Fiscalía.
El DHS afirmó también que la niña “permaneció con su padre, ‘ciudadano estadounidense’, a su solicitud”. No obstante, el padre dijo a CNN que es residente en EE.UU., no ciudadano, que cruzó de forma irregular desde México junto con la madre y que no quería que la menor viajara a Cuba porque “la vida sería demasiado dura para ella allá”.
La cadena de noticias estadounidense señaló que es la primera vez que el Gobierno cubano permitía a medios internacionales filmar la llegada de un vuelo estadounidense con deportados. Las personas fueron desembarcadas y procesadas por las autoridades locales.
La madre, visiblemente afectada, advirtió que intentará reunirse con su hija: “Si no la recupero, me voy. Espero que Cuba no me pida de vuelta; ningún país. Tendrán que dejarme ir. Cualquier cantidad de tiempo que tenga que estar encerrada, lo estaré”.
El caso de Reyes se une al de la cubana Heidy Sánchez Tejeda, quien residía en Tampa y fue separada de su hija de 17 meses y de su esposo y deportada a Cuba el 24 de abril pasado.
Aunque, tras el impacto mediático del caso, EE.UU. aprobó un visado de reunificación familiar (categoría IR-1) para Sánchez Tejeda, no consta que la mujer cubana, de 44 años, haya regresado al país norteamericano. “Esto solo es el comienzo. Es un pasito”, dijo Sánchez a EFE.
Mientras, su esposo, Carlos Yuniel Valle, celebró en Facebook: “Al fin una noticia buena, seguimos orando por que se nos sigan abriendo puertas”, y comentó a Telemundo: “Hoy tuve la entrevista para el lío de la reclamación de Heidy y me aceptaron… y se me aguaron los ojos de la emoción”.
En ese momento trascendió que el caso había pasado al Centro Nacional de Visas (NVC, por sus siglas en inglés) y que Sánchez Tejeda debía gestionar dos perdones migratorios (por ingreso irregular y por orden de deportación) para poder reingresar a EE.UU.