MIAMI.-En el reparto Ho Chi Minh, en la ciudad de Guantánamo, varias decenas de residentes salieron a las calles este jueves para exigir “respuestas” a las autoridades ante el severo abandono que viven tras el paso del huracán Melissa, que dejó una estela de destrucción en el oriente del país.
Los manifestantes denunciaron la falta de atención gubernamental, la ausencia de recursos de emergencia y la situación crítica que enfrentan barrios enteros que aún permanecen sin electricidad. La zona oriental continúa reportando decenas de comunidades incomunicadas, sin posibilidades de acceder a servicios básicos ni recibir ayuda de manera regular, debido a caminos destruidos, ríos crecidos y severas afectaciones en las comunicaciones.
Las imágenes de la protesta fueron difundidas por la cuenta labalsacubana en Instagram y muestran a vecinos reclamando asistencia y transparencia en la gestión de la emergencia. Los locales se enfrentan a las autoridades mientras corean: “Eso es mentira”, “queremos respuestas”.
La manifestación se concentró en las calles Moncada y el 12 Sur del reparto Ho Chi Minh, frente a una carpa donde está ubicada la bodega, dijo a Martí Noticias, el activista Miguel Ángel López Herrera, residente en la barriada.
“Una protesta pública. Las gentes empezaron a exigir a Miguel Díaz-Canel que querían respuesta, que no querían ‘muela’. Aquello se calentó vinieron dos máquinas de la policía, una máquina de la Seguridad de Estado”, señaló López Herrera.
Hasta el momento, no hay declaraciones oficiales que expliquen la demora en la llegada de recursos a las zonas afectadas ni los planes concretos para restablecer los servicios vitales.
La tensión social se produce en un contexto marcado por operaciones de rescate de gran complejidad.
En el municipio Cacocum, las autoridades lograron evacuar a 38 personas con apoyo de efectivos militares y un transportador anfibio PTS, que debió navegar ocho kilómetros para llegar al punto donde se encontraban atrapadas.
En Sagua de Tánamo, la situación fue aún más dramática: 142 personas, incluidos 30 menores, madres con hijos y personas discapacitadas, fueron trasladadas a lugares seguros por brigadas de Rescate y Salvamento y voluntarios de la Cruz Roja de Moa, tras la peligrosa crecida del río.








