MIAMI, Estados Unidos. – La Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Cuba arrestó “hace unos días” al ciudadano español Martiño Ramos Soto, profesor gallego condenado en España a 13 años y medio de cárcel por la violación y los abusos sexuales a una alumna menor de edad, según un reporte de última hora de la agencia EFE.
Tras meses de fuga, el paradero del izquierdista Martiño Ramos Soto se conoció este domingo, 23 de noviembre, después de que España hiciera pública la ficha del docente en el cartel de “Los diez fugitivos más buscados”.
De acuerdo con EFE, el Gobierno de España había solicitado formalmente la extradición del fugitivo después de que lo pidiese la Audiencia Provincial de Ourense el 31 de octubre.
La Policía Nacional presentó este lunes una actualización del listado de los 10 fugitivos más buscados del país y solicitó ayuda e información. En esa lista, Ramos Soto es descrito como “natural de Ourense, de 50 años”, antiguo profesor y condenado “a 13 años de prisión por abusos sexuales a una alumna menor de edad, mediante prácticas sádicas cuando la víctima tenía entre 12 y 16 años”.
De acuerdo con informaciones de Europa Press, la Audiencia Provincial de Ourense emitió el pasado 31 de octubre una orden internacional de detención contra Ramos Soto, una vez que las autoridades judiciales gallegas recibieron datos policiales que lo situaban en Cuba. A la vez, el tribunal solicitó “inmediatamente” su extradición, petición que “ya ha sido tramitada por el Ministerio de Justicia”, según las fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).
El jefe de la Sección de Fugitivos de la Policía Nacional, Fernando González, subrayó en rueda de prensa que “el caso de Martiño Ramos es particular” y recordó que el fugitivo abandonó España en julio, antes de que el 16 de septiembre se emitiera una orden de búsqueda nacional. La investigación policial ha acreditado que, antes de instalarse en Cuba, Ramos pasó por Portugal, Brasil y Perú.
España y Cuba, sin tratado para extradicciones
Una de las claves del caso es la ausencia de un tratado de extradición activo entre España y Cuba. Europa Press, citando fuentes judiciales y policiales españolas, resume así el escenario: “Aunque no existe tratado de extradición con Cuba, el sistema judicial y policial español intenta conseguir la extradición desde el país caribeño de Martiño Ramos Soto”.
Pese a esa limitación, el propio Fernando González advirtió que “eso no quiere decir que no sea extraditado” y explicó que la Policía Nacional pidió a las autoridades cubanas “extremar las medidas de vigilancia” sobre el condenado para evitar una nueva fuga.
Hasta el momento, las informaciones disponibles se concentran en el arresto y en el proceso ya iniciado de cooperación judicial. No hay declaraciones públicas de las autoridades cubanas sobre si aceptarán o no la entrega de Ramos a España, más allá de la confirmación del arresto y de la existencia de la solicitud formal de extradición.
¿Por qué fue condenado Ramos Soto?
Martiño Ramos Soto fue condenado en 2024 por la Audiencia Provincial de Ourense por violar y abusar sexualmente, durante varios años, de una alumna suya a la que conocía desde la etapa de Educación Infantil. Diversos medios españoles, entre ellos El País, han explicado que las agresiones comenzaron cuando la víctima tenía 12 años y se prolongaron al menos hasta los 16.
La sentencia recogió que el profesor sometió a la menor a prácticas sexuales “sádicas”, expresión reproducida en la ficha policial y en varias crónicas de tribunales. Inicialmente, Ramos Soto contactó con ella a través de redes sociales, haciéndose pasar por un menor, y le exigió imágenes y vídeos íntimos antes de pasar a las agresiones físicas.
En julio de 2024, la Audiencia de Ourense lo condenó a 13 años y medio de prisión y a 21 años de inhabilitación para ejercer la docencia, así como a una orden de alejamiento de la víctima y al pago de una indemnización, según reconstruyen medios españoles.
Pese a la gravedad de los hechos, durante buena parte del proceso Ramos Soto continuó dando clases y participando en actos públicos, lo que ha generado críticas al funcionamiento de la justicia y a la respuesta institucional frente a la violencia sexual contra menores.
Vida en La Habana
Antes de su detención, varios medios ya habían situado a Martiño Ramos en Cuba. Un reportaje de El Español lo identificó en La Habana, bajo la identidad de “Martín Soto” y dedicado a la fotografía, y describió cómo participaba en talleres y exposiciones y frecuentaba cafeterías del Vedado.
Europa Press también recogió que Ramos Soto vivía y trabajaba como fotógrafo en la capital cubana y que había abierto una cuenta de Instagram —aún activa— en la que compartía imágenes de la ciudad, utilizando una versión castellanizada de su nombre y su segundo apellido.
El medio independiente cubano 14ymedio, a su vez, publicó testimonios de personas que aseguraban haber coincidido con él y situaban su residencia en la calle 27, entre E y F, en el Vedado habanero.
Además de su perfil como docente, Ramos Soto fue una figura conocida en la izquierda ourensana: militó en Ourense en Común y llegó a ser dirigente de la coalición En Marea. Ese capital político y su discurso público a favor de los derechos de las mujeres contribuyeron, según testimonios citados por El País, a que inicialmente parte de su entorno cuestionara la denuncia de la víctima.
