
El cineasta cubano Eliecer Jiménez Almeida amplía su presencia en el panorama cinematográfico internacional con Untitled: Cuba en el ojo de Rick Ray, un documental que explora la memoria del “Período Especial” a través de material de archivo filmado por el cineasta y viajero estadounidense Rick Ray. Su más reciente película llegará al más relevante mercado de cortometrajes del mundo, el Clermont-Ferrand Short Film Market 2025, programado del 3 al 6 de este febrero en esa ciudad francesa.
Untitled… explora de manera íntima el Periodo Especial, es decir, los años noventa en Cuba. Profundiza en el impacto de la crisis que, tras el colapso de la Unión Soviética, sumió a la isla en la escasez y el hambre. Más que un relato histórico, este es un testimonio personal que revela cómo esa experiencia colectiva traumática sigue moldeando la vida de los cubanos en el presente.
Jiménez Almeida, radicado desde hace algunos años en Miami, es uno de los protagonistas del cine independiente cubano en los últimos años. Ha dedicado su carrera a explorar y documentar temas tabúes dentro del contexto cubano. Sus documentales han sido reconocidos en festivales internacionales y por instituciones culturales como INSTAR, el Museum of Modern Art -MoMA, Berkeley Art Museum and Pacific Film Archive y Documenta 15. Entre sus títulos más importantes se encuentran Usufructo (2011), La faz de las aguas (2012), Persona (2014), Entropía (2013), ¡Now! (2016), Havana Stories (2023) y Veritas (2022), que se puede ver en las plataformas de PBS, Amazon Prime, Apple TV y Kanopy. Actualmente alterna su labor creativa con su formación académica en la Florida International University (FIU), donde es candidato a doctor y estudia el cine de la diáspora cubana.
Clermont-Ferrand Short Film Market es una de las plataformas más influyentes en la circulación del cortometraje a nivel internacional. ¿Cómo evalúa la presencia de Untitled: Cuba en el ojo de Rick Ray en ese contexto, y qué expectativas tiene respecto a su impacto en la industria?
La presencia de Untitled: Cuba en el ojo de Rick Ray en Clermont-Ferrand representa una gran oportunidad para que el documental gane visibilidad y alcance nuevas audiencias en el circuito internacional. Este mercado es un epicentro de compra, distribución y exhibición de cortometrajes, lo que significa que mi película puede encontrar nuevas pantallas, es decir, exhibición en festivales, plataformas digitales y espacios académicos. Mi expectativa es que el filme genere interés en programadores y críticos, y que contribuya a una conversación más amplia sobre el cine cubano y de la diáspora y la representación de nuestra historia desde una óptica independiente.
El material de Rick Ray captura una perspectiva foránea sobre Cuba en los años noventa. ¿Cómo logra equilibrar esa mirada externa con su propio enfoque narrativo para ofrecer una representación auténtica de la realidad cubana?
El desafío principal fue integrar la mirada de un observador extranjero con la experiencia de alguien que vivió directamente el Período Especial, es decir, yo mismo. La clave fue utilizar la voz en off y la estructura del montaje para contextualizar esas imágenes, evitando exotizar la realidad cubana. Mi intención fue resignificar el material de Rick Ray para construir un relato en que la memoria personal se entrelaza con una visión más amplia de lo que significó esa época para los cubanos.
El cine cubano no logró documentar el Período Especial debido a la crisis económica que también afectó la producción cinematográfica. ¿Considera que Untitled: Cuba en el ojo de Rick Ray abre un nuevo camino en la representación de esta etapa histórica?
La escasez del Período Especial no solo impactó la vida cotidiana, sino también la producción cinematográfica, lo que dejó a esa generación sin una documentación adecuada de su propia realidad. Untitled: Cuba en el ojo de Rick Ray llena parte de ese vacío, utilizando material de archivo extranjero para reconstruir una memoria audiovisual que no existe en el cine cubano. Y digo llena parte de ese vacío, muy a nuestro pesar, porque mi documental es un intento muy discreto de capturar una época demasiado dura, demasiado oscura. Es lo que hay.
El uso de material de archivo plantea retos tanto técnicos como narrativos. ¿Cómo abordó el proceso de edición y qué estrategias empleó para dotar el documental de una coherencia discursiva y visual?
La edición fue un proceso meticuloso en que tuve que tomar decisiones clave para darle unidad a la historia. Trabajé con un ritmo pausado, permitiendo que las imágenes respiraran y dialogaran con la narración en off y la música. Esto me permitió crear conexiones entre las imágenes de los noventa y mi relato personal, logrando que el documental fluya de manera orgánica.
Más allá de documentar una crisis económica, su película parece explorar el impacto emocional y psicológico del Período Especial. ¿Cómo trabajó estos aspectos en la estructura del documental?
Quise evitar que el documental se limitara a ser un relato histórico. Mi enfoque fue destacar la dimensión emocional del Período Especial, utilizando mi testimonio personal y una estética visual que evocara la sensación de pérdida. La música y el diseño sonoro del maestro Pavel Urkiza fueron elementos clave para generar un ambiente inmersivo que conectara emocionalmente con el espectador.
El guion de Untitled: Cuba en el ojo de Rick Ray juega un papel clave para estructurar la memoria de esa época. ¿Cómo fue el proceso de escritura y qué elementos narrativos decidió enfatizar?
El guion, que coescribí con Francisco Gracia González y Enrique del Risco, fue un proceso de exploración en que buscamos equilibrar mi relato personal con un discurso más amplio sobre el Período Especial. Decidí enfatizar la subjetividad y la memoria afectiva, en lugar de construir un relato cronológico tradicional. La voz en off, la estructura fragmentada y el uso de silencios fueron herramientas esenciales para transmitir la sensación de ausencia y discontinuidad que caracterizó aquellos años.
El mercado cinematográfico suele ser visto con escepticismo por algunos sectores del cine independiente. ¿Cuál es su postura sobre la comercialización del cine de autor y cómo cree que puede beneficiar a los cineastas cubanos?
Creo que es un error considerar que el mercado es una amenaza para el cine de autor. La comercialización no implica renunciar a la autenticidad, sino encontrar los canales adecuados para que nuestras películas lleguen al público. En el caso del cine cubano independiente, acceder a estos espacios es vital para asegurar la sostenibilidad de nuestras producciones y ampliar nuestras oportunidades de visibilidad.
La colaboración con Pavel Urkiza en la banda sonora aporta una dimensión sonora clave al documental. ¿Cómo fue el proceso de trabajo con él y qué buscaba transmitir a través de la música?
Pavel Urkiza comprendió de inmediato la esencia del documental. Su música aporta una carga emotiva que refuerza el tono del filme y crea una atmósfera de melancolía y reflexión. Trabajamos en la composición de piezas que no solo acompañaran las imágenes, sino que también ayudaran a contar la historia, evocando la memoria de una Cuba que aún resuena en el presente.
Su formación doctoral en FIU le ha permitido articular una mirada crítica sobre el cine de la diáspora cubana. ¿De qué manera esta experiencia académica ha influido en su proceso creativo y en la concepción de este documental?
La investigación en FIU me ha permitido contextualizar mi trabajo dentro de una tradición cinematográfica y académica más amplia. Estudiar el cine de la diáspora cubana me ha ayudado a entender cómo la memoria y la identidad se reconstruyen a través del audiovisual, más allá de las normativas geográficas. Este conocimiento ha influido en la forma en que estructuré el documental, asegurando que no solo sea un testimonio personal, sino también una contribución al debate más amplio sobre nuestra memoria histórica.
Después de Untitled: Cuba en el ojo de Rick Ray, ¿qué nuevas historias le interesa contar y qué caminos desea explorar en su cine?
Quiero hacer una película sobre los cubanos y la Estrella Polar.