MADRID, España.- Este domingo 19 de mayo el laboratorio de ideas Cuba Siglo 21 publicó el dossier “GAESA y Díaz-Canel: máximos responsables de la inflación en Cuba”, elaborado por el economista Emilio Morales, donde se explica por qué las maniobras corruptas del Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA) y la gestión ineficaz del gobernante Miguel Díaz-Canel son las principales causas de la gran inflación en Cuba.
Desde que Díaz-Canel fuera designado “presidente”, el 10 de octubre de 2019, el valor del dólar ha pasado de 1 x 24 CUPs a 1 x 395 CUPs, un incremento del 1.537,5%, reflejando un notable deterioro económico, señala el informe. Así como indica que la Tarea de Ordenamiento Monetario, implementada para eliminar la dualidad monetaria, ha llevado a un aumento en la cantidad de monedas en circulación, complicando aún más el sistema financiero.
En la actualidad, existen tres tasas de cambio para el CUP: una tasa informal (395 CUP por USD) y dos oficiales (24 CUP y 120 CUP por USD). Esta diversidad distorsiona el mercado, afecta las empresas, y devalúa los salarios y pensiones, lo que provoca quiebras, desabastecimiento de productos y un encarecimiento del costo de vida, indica Emilio Morales.
GAESA, tras asumir el control del Banco Financiero Internacional (BFI) en 2016, domina el 95% de las finanzas nacionales sin rendir cuentas a ninguna auditoría independiente. Esto, explica el dossier, ha dejado al Gobierno sin recursos financieros, obligándolo a depositar sus divisas en el BFI y a subordinarse a esta entidad. La corporación ha impedido la implementación de un programa económico coherente, y con ello se ha agravado la crisis multisistémica del país.
A principios de mayo, el dólar alcanzó los 395 CUP, reduciendo el salario mínimo a un equivalente de apenas 5,31 USD, lo que ha sumido a la población en un nivel de pobreza extrema sin precedentes. Las políticas económicas del régimen, caracterizadas por la improvisación y el atrincheramiento ideológico, han resultado en un colapso financiero. “Medidas como la creación de las tiendas MLC, la implementación de la Tarea de Ordenamiento Monetario, la prohibición de depositar dólares físicamente en las cuentas bancarias y la implementación del nuevo mercado cambiario desataron una espiral inflacionaria que hoy en día ha resultado ser indetenible”, se lee en el documento.
El mal manejo de las inversiones, orientadas a satisfacer los intereses de los oligarcas de GAESA, ha dejado sin recursos al Estado y desmoronado industrias clave como la alimentaria, energética, de transporte, salud, azucarera y educación. La falta de una política de inversiones estratégica ha exacerbado la situación.
Además, la deuda externa cubana ha crecido aceleradamente, estimándose en 46.000 millones de dólares, lo que ahuyenta a los inversionistas y asfixia la economía. Cuba ha incumplido con sus compromisos de pago, perdiendo la confianza incluso de sus aliados como China y Rusia. El sistema financiero cubano se ha quedado prácticamente sin efectivo, lo que complica el cobro de salarios y pensiones.
Para eliminar el caos financiero, Morales propone que el Banco Central de Cuba recupere el control cedido al BFI y siga estándares internacionales, reconozca la tasa de cambio informal y unifique el sistema cambiario. Además, recomienda reducir el gasto público y detener la emisión descontrolada de efectivo. GAESA debería ponerse bajo la fiscalización del Estado cubano, y sus intereses deberían alinearse con las necesidades estratégicas del país.
También indicia que el Gobierno debe reorientar las inversiones hacia sectores estratégicos y remover las trabas que impiden el funcionamiento de una economía de mercado, liberando las fuerzas productivas de la nación. Según el autor, esta transformación del modelo económico es esencial para garantizar el abastecimiento de productos y servicios vitales y mejorar las condiciones de vida de la población.
La crisis humanitaria ha generado un éxodo masivo, con más de 723.000 cubanos huyendo de la miseria en los últimos años. Morales concluye que solo un cambio de sistema, que ponga fin al poder de los oligarcas de GAESA y del Partido Comunista, puede ofrecer una solución viable. La implementación de libertades básicas políticas, civiles, económicas y sociales es el primer paso hacia la recuperación y el progreso de Cuba.
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