MADRID, España.- Un grupo de cubanos exiliados en Estados Unidos se congregó este martes en las afueras de la Corte Federal Wilke D. Ferguson, en el centro de Miami, para demandar la “sentencia máxima” contra el exdiplomático en la Isla, Víctor Manuel Rocha. Este último se declarará culpable el 12 de abril de cargos relacionados con espionaje para el régimen de Cuba durante 40 años.
Los manifestantes portaban pancartas y fotografías de Rocha con la frase “máxima condena” y palabras como “traidor”, además de banderas cubanas y estadounidenses. Buscaban captar la atención de la jueza Beth Bloom, quien dictará sentencia en la audiencia programada para este viernes.
“Aquí estamos para elevar nuestras voces y pedir que se haga justicia contra un espía de Cuba que, en realidad, atentó contra la seguridad de los Estados Unidos y puede ser y es responsable de crímenes cometidos por esa dictadura”, explicó a EFE la presidente del grupo MAR, Sylvia Iriondo.
El expreso político cubano Luis Zúñiga, miembro de la Asamblea de la Resistencia Cubana (ARC), organización que convocó la vigilia, dijo a Diario Las Américas: “nuestra intención es dejarle saber a la jueza que este señor, traidor, espía comunista de Cuba, es culpable de la muerte de cuatro cubanoamericanos”, refiriéndose a los pilotos que murieron por el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate.
En febrero pasado, Rocha anunció que se declararía culpable por servir como agente secreto para Cuba durante décadas. Se espera que enfrente una pena de entre cinco y 10 años de prisión por dos cargos de conspiración para actuar como agente de un gobierno extranjero. El caso ha sido descrito por fiscales como una de las más grandes traiciones en la historia del servicio exterior estadounidense. Rocha volverá a comparecer ante el tribunal este 12 de abril.
El caso Rocha
Los fiscales alegaron en diciembre de 2023 que el exembajador, antiguo empleado del Departamento de Estado que formó parte del Consejo de Seguridad Nacional y fue diplomático estadounidense en Bolivia de 2000 a 2002, espió a Estados Unidos durante más de 40 años como agente de Cuba.
Las “actividades clandestinas” en favor de Cuba datan al menos desde 1981, cuando ingresó en el servicio exterior de EE.UU., según la información compartida por las autoridades de ese país.
Entre otras, se habría reunido con agentes de la inteligencia cubana y facilitado información falsa a funcionarios del gobierno de EE.UU. sobre sus contactos.
Las autoridades federales han dicho poco sobre lo que Rocha hizo exactamente para ayudar a Cuba mientras trabajaba en el Departamento de Estado durante dos décadas en puestos en Argentina, Bolivia, México y la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana.
A ello siguió una lucrativa carrera postgubernamental que incluyó un período como asesor especial del comandante del Mando Sur de Estados Unidos.
El caso se basa en gran medida en lo que, según los fiscales, fueron las propias confesiones de Rocha, hechas el año pasado a un agente encubierto del FBI que se hacía pasar por un agente de la inteligencia cubana llamado “Miguel”.
En esas grabaciones, Rocha elogiaba al dictador Fidel Castro, tildaba de “enemigo” a Estados Unidos y se ufanaba de sus servicios durante más de 40 años como topo cubano en el corazón de los círculos de política exterior de Estados Unidos.
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