MIAMI, Estados Unidos. – En la ceremonia de entrega del Premio Solidaridad Lech Wałęsa a la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, celebrada este martes en Miami, Marco Rubio destacó que la disidente se haya mantenido en la Isla pese a la represión y calificó al comunismo como un “flagelo”.
“Lo que siempre me ha impresionado de Berta Soler y de quienes la acompañan es que ella se ha negado a irse”, afirmó el actual secretario de Estado de EE.UU. Añadió que esa “negativa a seguir viviendo bajo las condiciones en las que vive, que son increíblemente opresivas y le niegan derechos básicos, incluido el derecho a ir a la iglesia cada domingo, es una fuente de admiración enorme para todos nosotros”.
Rubio, el cubanoamericano que ha alcanzado mayor rango en la política estadounidense, subrayó que, a pesar de su fracaso “económico” y “social”, el comunismo “sigue siendo un flagelo”. “Pese a su influencia destructiva en cada sociedad que ha tocado, sigue presente en distintos rincones del mundo”, dijo, aludiendo a la experiencia polaca y a la historia del recinto donde tuvo lugar el acto, el Hotel Biltmore de Miami.
El secretario de Estado también enfatizó el carácter cívico y pacífico del activismo de Soler. “Ella no era una persona política. Su disposición a dar un paso al frente, porque identificó y vio la opresión, vio injusticias y estuvo dispuesta no solo a alzar la voz para criticarlas, sino a actuar contra ellas de manera pacífica; eso ha definido el resto de su vida”, sostuvo.
Asimismo, consideró que mayor difusión pública de su caso es esencial: “No solo por el premio que lo acompaña, sino por decir su nombre y contar la historia ante estas cámaras de una forma que ojalá sea vista por más personas”.
En un tramo de su discurso, Rubio afirmó que “la libertad en realidad no es un instinto humano natural” y que los derechos son “muy nuevos” en la historia: “Derechos que provienen de tu creador, de Dios; el derecho a un gobierno que realmente trabaja para el pueblo, no un pueblo que trabaja para el gobierno”. Alertó que las libertades deben sostenerse con hechos: “Es más fácil criticar a un régimen en las redes sociales y en comunicados de prensa. Es mucho más difícil confrontarlo en persona, con consecuencias reales en tu vida diaria”.
Rubio señaló además que el reconocimiento no es “solo una placa”, sino “un premio destinado a poder continuar llevando a cabo esa labor”. Agradeció que la ceremonia se realizara en el sur de Florida, comunidad que “conoce tan bien este tema y lo ha vivido”.
El político cubanoamericano dedicó un segmento a elogiar el papel de Polonia en causas democráticas. “Su gobierno en Polonia ha sido un aliado extraordinario en la causa de la libertad”, dijo al ministro de Relaciones Exteriores de Polonia, Radosław Sikorski, que estuvo presente en la ceremonia.
El propio Sikorski hizo entrega del galardón: “Para mí es un honor entregar hoy el premio a Berta Soler, por su coraje, resiliencia y determinación”, declaró.
Debido a las restricciones que ha impuesto el régimen cubano a Soler, esta no pudo asistir a la ceremonia de manera presencial; el galardón fue recogido por Irma Santos de Mas Canosa, mientras que la opositora intervino en línea: “Hoy no puedo estar por la tiranía comunista de Cuba, que me impone la salida sin retorno, condición que no acepto, porque yo me quedo en Cuba. Las Damas de Blanco y yo les agradecemos este reconocimiento, que es el resultado de 22 años de lucha en Cuba por la libertad, por los presos políticos”.
El Premio Solidaridad Lech Wałęsa fue creado en 2014 por iniciativa de Sikorski, se reactivó en 2024 tras varios años de suspensión y otorga una estatuilla y una dotación de 275.000 dólares. Entre sus galardonados figuran, en ediciones anteriores, Mustafa Dzhemilev, Zhanna Nemtsova y Pavel Latushka. El comité de selección lo preside Lech Wałęsa e incluye ministros polacos y un representante de la Fundación Helsinki de Derechos Humanos.
A lo largo de más de dos décadas, las Damas de Blanco —fundadas por Laura Pollán en 2003— se han consolidado como símbolo de resistencia pacífica en Cuba. En 2005 recibieron el Premio Sájarov a la Libertad de Pensamiento del Parlamento Europeo.