MIAMI, Estados Unidos. — El Gobierno de Estados Unidos elevó este jueves la presión contra el gobernante venezolano Nicolás Maduro al aumentar a hasta 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a su arresto o condena, tras acusarlo de ser “líder del Cártel de los Soles” y vincularlo directamente con actividades terroristas y de narcotráfico.
“Nicolás Maduro ha sido, durante más de una década, líder del Cártel de los Soles, responsable del tráfico de drogas hacia Estados Unidos”, afirmó el secretario de Estado, Marco Rubio, en una declaración oficial del Departamento de Estado. Según el texto, el grupo fue designado el 25 de julio como “terrorista global especialmente designado” (SDGT) por el Departamento del Tesoro, lo que permite emplear medidas legales y financieras más agresivas contra sus integrantes y aliados.
El anuncio, enmarcado en el Programa de Recompensas por Narcóticos (NRP, por sus siglas en inglés), se apoya además en la negativa de Estados Unidos a reconocer la supuesta reelección de Maduro en los comicios del 28 de julio de 2024. “Maduro afirmó haber ganado (…) pero no presentó evidencia alguna de su triunfo”, señala el comunicado. “Estados Unidos se ha negado a reconocerlo como presidente de Venezuela”.
La recompensa —una de las más altas ofrecidas en el marco del programa— es parte de las prioridades de la política “América Primero” del presidente Donald Trump, y busca reforzar los esfuerzos de las agencias de seguridad para desmantelar redes criminales transnacionales.
Rubio: “El régimen de Maduro es una empresa criminal”
Pocas horas antes del anuncio oficial, Marco Rubio abordó el tema durante una entrevista con Raymond Arroyo, del canal católico EWTN. Allí, el funcionario explicó que la Administración Trump ha comenzado a tratar a ciertos cárteles latinoamericanos como organizaciones terroristas, y ubicó al régimen venezolano en el centro de esa red criminal.
“El régimen de Maduro en Venezuela no es un gobierno legítimo; es una empresa criminal”, afirmó Rubio. “[Los cárteles] se extienden desde el régimen de Maduro hasta los que operan en México, Ecuador, Guatemala… incluso a las pandillas conocidas como TDA que funcionan como organizaciones criminales bien organizadas”.
El secretario de Estado explicó que desde febrero su departamento ha designado a seis cárteles latinoamericanos como organizaciones terroristas, lo cual ha ampliado las capacidades legales del Gobierno estadounidense para actuar contra ellos. “No podemos seguir tratando a esta gente como pandillas locales”, subrayó Rubio. “Tienen armamento que en algunos casos se asemeja al de los ejércitos. Controlan territorio. Es un asunto de seguridad nacional, no simplemente de aplicación de la ley”.
Narcotráfico, terrorismo y tráfico humano
Según Rubio, estas organizaciones no solo trafican drogas, sino que también están involucradas en tráfico de personas y otras formas de crimen transnacional. “Contrabandean cualquier cosa. Y ha habido cooperación incipiente entre ellos y algunas organizaciones terroristas internacionales, lo cual representa un peligro continuo para Estados Unidos”.
Aunque reconoció que aún no está claro si estas designaciones han modificado el comportamiento de los cárteles, advirtió que “su comportamiento va a tener que cambiar de un modo u otro”.
La designación como organizaciones terroristas permite al Gobierno estadounidense emplear herramientas de inteligencia, fuerzas del Departamento de Defensa y otras agencias para combatir a estos grupos. “Tenemos que empezar a tratarlos como organizaciones terroristas armadas, no simplemente como redes de narcotráfico”, insistió el funcionario.
Canales abiertos para aportar información
El Departamento de Estado recordó que cualquier persona que tenga información sobre Maduro puede comunicarse con la DEA por teléfono, WhatsApp, Signal, Telegram o correo electrónico. También pueden acudir a cualquier embajada o consulado de EE.UU. en el extranjero, o a las oficinas de la DEA dentro del país. “Todas las identidades se mantienen estrictamente confidenciales”, aseguró el comunicado. No son elegibles para la recompensa funcionarios ni empleados de ningún gobierno.
La medida supone un endurecimiento de la política estadounidense hacia Venezuela y América Latina en general, al vincular directamente a jefes de Estado con estructuras terroristas transnacionales. En palabras de Rubio: “Ya no es simplemente un tema de drogas. Es terrorismo lo que están haciendo, y no es lo único”.