noviembre 10, 2025

«Lo veo como algo normal»: la peligrosa aceptación del embarazo precoz en Cuba

El riesgo de muerte durante el parto es cuatro veces mayor para adolescentes menores de 16 años que para adultas jóvenes.
Una adolescente embarazada
Una adolescente embarazada (Foto: Naturaleza Secreta de Cuba)

HOLGUÍN, Cuba. – “Mis amistades han parido siendo jovencitas. Yo lo veo como algo normal, por eso decidí tener un hijo”, dice Yanelis Cruz, una adolescente de 16 años del reparto Alcides Pino, en Holguín. 

El embarazo precoz, según lo define la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el que gesta una mujer entre el comienzo de la edad fértil (a partir de los 10 años) y el final de la etapa adolescente (19 años).

El riesgo de muerte durante el parto es cuatro veces mayor para adolescentes menores de 16 años que para adultas jóvenes. En Cuba, más del 17 % de los nacimientos corresponden a mujeres menores de 20 años. Mientras, la prematuridad y el bajo peso, más comunes en este grupo, contribuyen a la mortalidad infantil. 

Esta nororiental provincia de Cuba enfrenta una crisis de salud pública que va más allá de las estadísticas: la normalización del embarazo precoz por la escasez de recursos y la falta de proyectos de vida, dejan futuros truncados y una cadena de responsabilidades.

Esta idea de normalidad se extiende por los barrios de la ciudad. Juan Martínez, vecino del reparto El Llano, observa cómo esta aceptación se convierte en un patrón de comportamiento entre las más jóvenes. “Las muchachitas de 13, 14, 15 años quedan embarazadas porque no tienen una guía ni en la familia ni en la escuela y, como sus amiguitas ya han parido, ven eso como algo normal. No calculan el riesgo para su salud y el riesgo para la salud de su futuro hijo”.

Lo que se considera habitual en la calle, sin embargo, se contrapone a las advertencias de los expertos médicos y las consecuencias sociales a largo plazo. Una enfermera holguinera, que pidió proteger su identidad por temor a represalias, describe una situación que los informes oficiales no siempre detallan con la misma crudeza: “Al consultorio llegan niñitas de 14 años con una pelvis que no está lista para un parto, con anemia, con la presión alta. Y claro que se les atiende el embarazo. Para el sistema lo más importante es que el niño nazca bien, pero se olvida de que quien parió sigue siendo una niña que no sabe ni cómo empezar”.

Las estadísticas de embarazo en adolescentes menores de 15 años de edad muestran una clara tendencia al incremento de la fecundidad y también de la tasa de abortos en la Isla, informó en junio de 2024 la viceministra primera del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), Tania Margarita Cruz. 

El tema trascendió en una reunión de la comisión gubernamental encargada de analizar la dinámica demográfica de Cuba. En el encuentro se informó que que en la Isla el 82 % de la fecundidad adolescente corresponde al grupo etario de 15 a 19 años de edad.

Asimismo, se supo que el 18 % de las adolescentes embarazadas tiene menos de 14 años, un fenómeno que preocupa a expertos por su “amplio impacto en lo social, lo educativo y en la salud”.

Un análisis de la Comisión para la Atención a la Dinámica Demográfica concluyó que las provincias con mayor tasa de fecundidad adolescente están en el Oriente de la Isla. Entre ellas destacan Las Tunas, Camagüey, Granma y Holguín. En Cuba, según un informe de la misma comisión,  el embarazo en la adolescencia se ha naturalizado y existe poca percepción del riesgo sobre sus consecuencias para el desarrollo físico y psicológico de las niñas y las adolescentes. 

Hace 10 años, un reporte de Radio Angulo, emisora provincial de Holguín, advertía que la maternidad adolescente era “un problema de salud en la provincia” y revelaba que en 2014 se habían atendido 2.218 adolescentes en estado de gestación (de ellas 103 se encontraban entre los 12 y 14 años; 1.495 entre 15 y 18; y 620 tenían 19 años).

Lejos de mejorar, la situación ha empeorado. El doctor Alberto Rubén Piriz Assa, al frente del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) en Holguín, lo confirma con datos actuales que evidencian la gravedad del problema. En varios municipios holguineros el 25 % de todas las gestantes son niñas o adolescentes.

El panorama nacional no es más alentador: en 2023, la tasa de embarazo precoz alcanzó un 19,7 %, la cifra más alta de los últimos años.

Por su parte, en la sesión del XVIII Pleno del Comité Provincial del Partido Comunista de Holguín, celebrado en septiembre de este año, se señaló el incremento de los embarazos en la adolescencia y de riesgo entre los problemas del Programa Materno Infantil.

La escasez de métodos anticonceptivos agrava la situación. El diario El Artemiseño reportó en 2023 el aumento de infecciones de transmisión sexual (ITS) en la provincia de Artemisa, una situación que va de la mano con la escasa disponibilidad de condones en las farmacias.

La falta de acceso a métodos anticonceptivos obliga a recurrir al mercado informal, donde la inflación y el desabastecimiento han convertido a los condones en un bien costoso y de difícil acceso para la población cubana.

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