Priotelus Temnurus
¡Tó-coro oye, en la yaya!
Siringe desaforada.
Ve si ves bohíos solos.
Se borraron los caminos
las vegas, los cafetales.
Ha durado muchos años.
A ver si ves caserío
la guardarraya
o sendero.
Llegaron las vacas flacas.
—¿Cuál vaca? Si ya no hay vacas.
Refresca un gran aguacero.
Caen las pencas de las palmas
el agua ensancha el jagüey
la osamenta de la jagua
el sol yendo de caída
chisporroteando en la guásima.
Se manifiesta el galán
de noche. Se fuga el día
y corean las tiñosas.
Se supo del mal agüero.
Corean los patos salvajes
reza un babalawo ciego
la sangre brilla debajo
de la ceiba. Cuelgan siete
cintas de color, guindajo.
—Deja cascabeles quietos.
Amansándose las aves
se amansan los cantos negros.
Ahora es cuando comienza
siquitraque musical se armó;
amenizan los grillos
no te quieras enterar.
Son tantas yerbas de olores
yo me quiero descalzar
para sentir el sereno.
Me ha caído una soñera
de tanta brisa que hay.
Quiero ir descalza a la orilla
y el mar nos calme los males.
—¿El mar? Se ha salado el mar.
Crescentia Cujete, Güira
Carabo es una lechuza
sinsonte es el ruiseñor
porque son tetracromáticas
las aves ven un color
de más, es un infrarrojo
ven más que nosotros dos.
Dicromatismo sexual
no visible a los humanos
todo eso ven las cabronas
navegación instintiva
hacia la luz, pajaral
se nos fueron los amigos
si se calma el mar me piro.
Mejor me pongo a trapear
echo agua por no llorar
ya quisiera yo volar
de aquí como Matías Pérez
los siete mares del mundo
porque no puedo escapar
punto de fuga, la noche
ya no mires para atrás.
Gorriones y bijiritas
contexto social plumífero
el güiro lo da la güira
rellénese de semillas
gurriatos son los criollos
parece un legado mísero
no te arrimes tanto al tronco
están cayendo los cocos
ya se oyen juegos de escarnio
del guateque campesino.
Cuajan quejumbres del Trópico
así lo nombra Lezama
de Baracoa a Zapata
marismas caídas del gajo
y la habladera en arrullo
de pájaras de enclavadas.
Sale a envenenar chipojo
el almiquí nocturnal
y chipojo le echa el ojo
a polymita azuleada
–caracola hermafrodita
el gavilán caguarero
le arrebata la comida
–es diestro caracolero
y juan chiví cómo chifla.
En duelo consigo misma
–tiene dos tubos traqueales–
una diatriba que rima
dueto de las vocales
escuchándole me privo
ahí en la uva caleta
luego baja a ras de piso
si cae presión barométrica
entonces vuela bajito.
¿Qué piensa el pájaro y cómo
será la sapiencia aviar?
¿La habilidad cognitiva?
Los piojillos se sacude.
¿Por qué me picó el lunar?
Migración y nacimiento
las grandes danzas azules
más larga el ala más vida
morfología corporal
adaptándosele al viento
desaparece en la nube.
Cardenales y pinzones
ganchudas, pico rapaz
ensañadas con la parte
más dura de la carcasa
los picos y picotazos
de los cuervos; la corneja
tiene pico de cuchilla
mata de un golpe de pico
su pico cónico, inciso
bien lo pone donde mira.
Árboles cubanos son
ocuje y el roble blanco
baría, almácigo, ataje
cupey, yarúa, siguaraya
el majagua, la yagruma
el vomitel colorado.
En Cayama fue avistado
penacho de cardenal
donde temblaban las hojas
y un ave particular
de lugar el sinlugar
transfigurada en pasado
un mirlo, dos alas rojas.
—¿Quién se comió los almendros?
Nos quedan las cascarillas.
Subidos ahí en las perchas
de los altos hierbazales
cantan los machos fermina
remonte y murmuraciones
planeo del estornino
espanta preocupaciones
que no valen un comino.
* Estos poemas pertenecen al cuaderno Viene regando flores. Cubicherías y ornitologías (Editorial Casa Vacía, 2025), que tendrá su presentación el próximo jueves 25 de septiembre en la librería Books & Books (265 Aragon Ave, Coral Gables, Florida) a las 7 p. m., a cargo de Alejandro Ríos y José Prats Sariol.