Cielo raso. Antología de poetas cubanos en Cuba (Rialta Ediciones, 2025) tendrá su primera presentación europea este sábado 31 de mayo en Madrid con la presencia de su antologadora, la poeta y activista Katherine Bisquet, y dos de los autores incluidos en el volumen, Omar Pérez y Marcelo Morales Cintero.
Ambos leerán sus versos –que, según los organizadores, “dialogan con las tensiones culturales, políticas y existenciales” de la isla– en una velada correspondiente a la décima edición del proyecto #LecturasAlFin que acoge desde hace algunos meses la librería Arenales (calle Vallehermoso, 110. Chamberí).
El cineasta José Luis Aparicio hará las veces de anfitrión durante esta lectura madrileña de poemas que son, al decir de Bisquet, “pieza[s] del rompecabezas que es la Cuba actual”; mientras que el libro todo constituye “una suerte de mapa, un pequeño mapa de los lugares, la sensación y la atmósfera que comienza en ese tiempo a principios de los noventa cuando se suponía que el giro dramático universal cambiaría el rumbo de nuestra historia”.
“La antología, enmarcada en producciones poéticas de 1993 a 2024”, ha puntualizado la autora de Uranio empobrecido (Rialta Ediciones, 2021), “comprende las últimas tres décadas de vida de un país que parece que muere desde entonces, o que, en cualquier caso, ha anunciado su suicidio en repetidas ocasiones”.
En su prólogo para este volumen, la escritora Legna Rodríguez Iglesias, asentada desde hace años en Miami, detecta una motivación profunda en el gesto antologador de Bisquet, y también en las ilustraciones de la Camila Lobón, ambas exiliadas hace pocos años tras enfrentarse a la arbitrariedad del régimen cubano.
“Una antología poética también es una acción y una construcción”, advierte. “Katherine Bisquet también está lejos de Cuba, aislada en el tiempo, alejada en el sueño. Perdió el techo, las paredes, las ventanas, la cama y las almohadas, la hornilla eléctrica, el refrigerador. Camila Lobón también: perdida y lejos. Si algo en común tienen Katherine Bisquet y Camila Lobón es la desproporción entre el techo que perdieron y el que se apresuran en construir. No se guarecen. Un techo fuera de órbita no ofrece seguridad”.
De Soleida Ríos a Katherine Perzant, Cielo raso cobija una extensa nómina de poetas; si bien, por supuesto, no exhaustiva: Rafael Almanza, Ismael González Castañer, Carlos Augusto Alfonso, Ricardo Alberto Pérez, Norge Espinosa, Leyla Leyva, Omar Pérez López, José Luis Serrano, Ramón Hondal, Youre Merino, Marcelo Morales Cintero, Marien Fernández Castillo, Zulema Gutiérrez, Jamila Medina, Javier L. Mora, Hugo Fabel Zamora, Daniel Duarte de la Vega, René Díaz Pérez (Elocuente), Yanarys Valdivia Melo, Ismaray Pozo Quiñones, Jessica Pérez Quesada, Áfrika Reina, Martha Luisa Hernández Cadenas (Martica Minipunto) y Mario Ramírez.
“Quien compila ya se ha ido. Quien ilustra ya se fue. Quien prologa está más lejos que cien metros bajo tierra”, dice finalmente Legna Rodríguez Iglesias. “El cielo raso de la poesía (cubana, cubana, cubana) es apenas una plancha de bagazo comprimido. Es lo que es. Se ha comprimido un paisaje maravilloso, poético. Y como si fuera poco, se ha suprimido el faltante, lo sacado, lo ido, lo desecho. Desde ahí se ha construido, desde un lugar desprovisto, desde arenas movedizas”.
El pasado 14 de marzo, Cielo raso tuvo su presentación incial en la librería Books & Books Miami Beach.
Prefiero selecciones que no distingan por razones geopolíticas, sexuales, raciales, generacionales… Pero aplaudo esfuerzos de cualquier índole que favorezcan la lectura de poemas. La poesía cubana actual –como un buen signo– muestra aquí su heterogeneidad expresiva.