MIAMI, Estados Unidos. – El Gobierno cubano anunció un plan de choque económico para 2024 que incluye aumentos en los precios de los combustibles, la electricidad, el agua y otros servicios, así como el fin del subsidio universal a la canasta de alimentos básicos.
Las medidas fueron presentadas por el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, durante la primera jornada de la segunda sesión ordinaria de la Asamblea Nacional, este miércoles.
Marrero explicó que el cambio en lo que respecta a la canasta básica busca pasar a “subsidiar a personas y no a productos”, con el objetivo de establecer “un esquema más justo y eficiente”.
El primer ministro del régimen hizo hincapié en la necesidad de esta reforma: “No es justo que reciban lo mismo los que mucho tienen que los que muy poco tienen. Hoy nosotros le subsidiamos lo mismo a un ancianito pensionado que al dueño de grandes negocios privados que tiene mucho dinero”, argumentó.
Según el plan, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social se encargará de identificar a las personas según su grado de “vulnerabilidad”. Estas podrán seguir adquiriendo productos básicos muy subsidiados con la cartilla de racionamiento, asegurando así que nadie quede desamparado. Marrero subrayó que esta clasificación se realizará en “las próximas semanas y meses”.
Además, el Gobierno cubano anunció aumentos significativos en servicios esenciales. Entre ellos se destaca un incremento del 25% en la tarifa eléctrica para el sector residencial que más consume y un aumento en el costo del abastecimiento de agua. También se mencionó la aplicación de nuevas tarifas en la transportación de pasajeros y el cobro de combustibles a turistas en divisa.
En lo que respecta a la política cambiaria, el Gobierno cambiará la tasa oficial del cambio del peso (CUP) con respecto al dólar en 2024. Para ello, se ha creado un grupo de trabajo con el Banco Central de Cuba. Actualmente, el tipo de cambio oficial se mantiene en 24 CUP por dólar para las personas jurídicas y en 120 CUP para las personas físicas.
Marrero también dejó abierta la posibilidad de una “revisión” de la cantidad de personas que forman parte de la nómina estatal, sugiriendo posibles recortes para reducir la masa salarial y mejorar la “gestión eficiente”.
La crisis económica que enfrenta Cuba, marcada por la escasez de productos básicos, inflación galopante y apagones frecuentes, ha llevado a una migración sin precedentes y a un creciente descontento social.
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