MADRID, España.- “Lizandra nunca deja su activismo, porque ella no está de acuerdo con esto”, y donde quiera que esté “se va a manifestar en contra del sistema”, asegura ante las cámaras de CubaNet Ángel Delgado, esposo de la presa política cubana Lizandra Góngora.
Precisamente por su activismo, “que le molestaba a mucha gente”, fue trasladada hace unos meses a una prisión en la Isla de la Juventud, “para tenerla más controlada”. A sus familiares les es extremadamente difícil ir a visitarla ahora.
Por su participación en las protestas del 11 de julio de 2021 (11J) en Güira de Melena, provincia de Artemisa, Lizandra Góngora fue sentenciada a 14 años de prisión. La condena la comenzó a cumplir en la cárcel Mujeres de Occidente, conocida como El Guatao, en La Habana. Desde que la trasladaron de allí a la Isla de la Juventud, sus cinco hijos, menores de edad, no han podido verla.
“Los niños extrañan mucho a su mamá, preguntan que cuándo va a venir, le mandan cartas”, comenta Ángel Delgado.
Asimismo, relata que la opositora ha sido maltratada en numerosas ocasiones en el tiempo que lleva encarcelada.
“Ha recibido maltrato verbal, la han tirado al suelo, la mayor Yasnay la paseó desnuda por un destacamento entero. Estuvo 88 días en una celda de castigo”, denuncia su esposo que, además, resalta los valores de Góngora.
“Lizandra es una persona que no tiene nada de ella, todo lo regala; ella tiene el lema de `haz bien y no mires a quién´”, comenta.
Ángel Delgado también mencionó el juicio contra su esposa, un juicio amañado, donde “de justicia no hubo nada”, e incluso se desmintió al jefe de sector.
El jefe de sector declaró en la vista oral que Lizandra no tenía mala conducta, a diferencia de lo que registraban los documentos de instrucción, apunta al respecto.
Además, aseguró que los delitos de los que se le acusa, desorden público y sabotaje, son falsos.
“Ella en ningún momento tiró piedras ni rompió cristales, porque yo vi todos los videos”, asegura. Ella lo que hizo fue unirse al pueblo, porque “si el pueblo se tira para la calle, es un deber de ella salir también para la calle”.