SAN LUIS POTOSÍ, México.- Para el régimen cubano la solución a la actual crisis de la producción agrícola implica “motivar” a los productores, como trascendió en el espacio oficialista de la Mesa Redonda de este jueves 26 de octubre.
Con una “comisión de embullo”, catalogada así por el economista Pedro Monreal, los representantes del gobierno planean buscar “vías” para incentivar una producción que exhibe sus peores número en la última década.
“Hay que motivar a esos productores, capacitarlos, ampliarle sus capacidades. Hay que hacer extensionismo. También hay que cambiar mentalidades”, expresó el ministro de Agricultura, Ydael Jesús Pérez Brito.
Los funcionarios cubanos justificaron el decrecimiento de la producción con la migración del campo a la ciudad en el país, pues solo el 15% de la población vive en áreas rurales.
Además, recurrieron al manido argumento del “bloqueo” como una de las causas por las cuales no se recupera el sector.
La solución, a juzgar por sus planteamientos, sería estimular a los productores, pero también recurrir a nueva tecnología que permita emplear menos personas. Para ello, reconocieron, no hay financimiento.
El economista cubano Pedro Monreal ha considerado la última como una “década perdida” en la agricultura cubana luego de analizar la caída en la producción agrícola reciente.
A partir de los datos referidos por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), el especialista concluyó que la producción de siete importantes alimentos fue inferior en 2022 al nivel registrado hace diez años.
Esta crisis, según enfatizó, comenzó antes de la pandemia y el gobierno no ha implementado una política agropecuaria capaz de resolverla.
A excepción de las “viandas”, que mostró una ligera recuperación respecto al 2020, la producción agrícola ha ido en picada.
En 2022 el arroz de cáscara húmedo, los cítricos y el maíz mostraron cifras ínfimas en comparación con la producción de estos diez años.
El complejo panorama se agudizó en 2022, dijo, y la información parcial sobre 2023 indica “una situación grave”. A estas alturas, solo podría salvarla “un cambio sustancial de política agropecuaria”, que no parece llegar.
En cambio, como apuntó Monreal, el relato oficial define la crisis como una “situación”, y niega la urgencia de un cambio, desdibujando la realidad, como se mostró en la discusión sobre agricultura cubana en el espacio de la Mesa Redonda.
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