MADRID, España.- Cuba recibió 1.123.987 visitantes internacionales entre enero y julio de 2025, lo que representa una caída del 23,2% en comparación con el mismo periodo del año anterior, según cifras oficiales de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI). El desplome equivale a 338.922 turistas menos y hace prácticamente imposible alcanzar la meta del régimen de 2,6 millones de visitantes este año.
En julio arribaron 142.131 turistas, una cifra superior a la de mayo y junio, pero aún por debajo de los registros del mismo mes en los últimos tres años. De mantenerse la tendencia, el país difícilmente superará los 2,2 millones de visitantes alcanzados en 2024, que ya fue la cifra más baja en casi dos décadas fuera de la pandemia.
Principales mercados en retroceso
Los mayores emisores de viajeros hacia Cuba muestran fuertes descensos respecto al año pasado:
- Rusia: –41,8%
- Alemania: –39,3%
- España: –28%
- Francia: –25,5%
- Canadá: –23,1%
- Cubanos residentes en el extranjero: –21,5%
Solo Argentina y Colombia registraron ligeros aumentos en el número de visitantes durante el primer semestre.
El ministro de Turismo, Juan Carlos García Granda, reconoció recientemente que “este ha sido el peor momento desde el derrumbe de las Torres Gemelas, en 2001, sin contar el período pandémico”.
Por su parte, el economista Pavel Vidal advirtió que 2025 podría cerrar con apenas 1,8 millones de turistas, lo que convertiría al actual en el año de peores resultados desde que existen registros.
Expertos y medios independientes apuntan a problemas de infraestructura y servicios que deterioran la experiencia de los visitantes: pistas aeroportuarias en mal estado, climatización deficiente, largas esperas en migración y aduanas, así como apagones, desabastecimiento e inseguridad.
A esta situación se suman la reducción de rutas aéreas y la creciente competencia regional. Mientras Cuba retrocede, destinos cercanos como Punta Cana (República Dominicana) y Cancún (México) baten récords de visitantes tras la pandemia.
El turismo, una de las principales fuentes de divisas del régimen —junto a la exportación de profesionales y las remesas—, no logra despegar en un contexto de creciente incertidumbre interna y aislamiento internacional.