MIAMI, Estados Unidos. – Estudiantes jamaicanos de Medicina en Cuba describieron un panorama de frecuentes apagones, falta de agua, carencias de productos básicos y el reto adicional de cursar la carrera íntegramente en español y lejos de sus familias, en un reportaje aparecido en el Jamaica Observer este lunes, que pone el foco en las dificultades cotidianas que enfrentan los extranjeros en la Isla.
Kelsey Clarke, quien se alista para iniciar su segundo año de Medicina en Girón (Matanzas), contó: “Mi experiencia como estudiante de Medicina en Cuba está llena de un sinnúmero de desafíos, pero es algo que vale la pena —ya sea a corto o a largo plazo—. Es definitivamente mucho sacrificio, y uno tiene que hacer ajustes, pero vale la pena”, dijo al Jamaica Observer.
La joven subrayó el peso emocional y logístico de estudiar sin red familiar y en otro idioma. “Perdí a mi padre el año pasado y estar lejos de mi familia durante 10 meses y luego volver para enfrentar ese desafío [antes de] regresar a Cuba para intentar continuar la escuela, es mucho que equilibrar. Pero todos están haciendo sacrificios, así que tienes que hacer los tuyos”, afirmó.
Pero eso no es todo: “Otro desafío [en Cuba] son los cortes de luz. Tenemos apagones programados de como ocho horas al día. Es mucho, pero hay que hacer lo que hay que hacer. Afecta el estudio porque, a mí, personalmente, me gusta estar cómoda cuando estudio: necesito la luz y el ventilador”, explicó. “Aquí, el calor y los mosquitos hacen que las condiciones sean todo lo contrario de comodidad cuando intentas aprobar un examen que es importante para el progreso de tu carrera”.
Dominique Whitely, estudiante de sexto año en la Universidad de La Habana y becaria del Cuba/Jamaica Bilateral Scholarship (2019), reforzó la idea de que las condiciones exigen resiliencia. “Es difícil estudiar Medicina, pero siempre decimos que es 10 veces más difícil estudiar Medicina en Cuba. Otra cosa que decimos es que una vez que pasas por Cuba, estás preparado para la vida. Hay tantas cosas que tienes que enfrentar (el apagón es una)… También tenemos escasez de agua. En el campus, especialmente durante el verano, a veces tenemos que traer camiones cisterna, tenemos cubos y tenemos que recoger agua y almacenarla. Hemos pasado por mucho”, relató al Sunday Observer.
Whitely señaló que la escasez alcanza artículos de primera necesidad: “Algunas cosas, la gente las da por sentadas. Cuando recién llegamos a Cuba hubo escasez de esenciales simples como papel sanitario y pasta de dientes; incluso si tenías el dinero, el hecho era que el artículo simplemente no estaba”. De esa precariedad, dijo, derivan aprendizajes: “Aprendes a improvisar; a veces no tienes los recursos que necesitas. Son buenas habilidades para la vida. Aprendes a pensar rápido, lo que es bueno en la carrera médica… Una vez que pasas por Cuba, puedes ir a cualquier lugar y sobrevivir”.
Sobre los apagones, describió efectos que inciden directamente en la formación: “Cuando sabes que va a venir el apagón, puedes prepararte. Si es repentino, realmente no hay nada que puedas hacer. Es frustrante, especialmente como estudiante de Medicina, porque cuando hay apagones el internet es inaccesible. Si quieres investigar algo, no puedes. Probablemente quieras cargar tu laptop y tu teléfono, y todo eso se ve afectado”.
Pese a las dificultades, Whitely resaltó una ventaja académica central: el contacto temprano con pacientes. “Eso es diferente de muchas otras facultades de Medicina en el mundo. Desde el primer año hacemos chequeos de salud… desde el inicio te sientes como médico”, dijo.
Otra estudiante jamaicana, que pidió anonimato y cursa también el sexto año, coincidió en el alto rigor de la carrera y en los límites que impone la crisis eléctrica: “Las condiciones no son las más ideales, dada la situación con la crisis eléctrica (…). Tengo una bombilla de ahorro de energía en mi cocina y estudiaba bajo esa luz hasta que se apaga y hasta que la computadora se apaga. Ese sería el momento en que termina mi tiempo de estudio”.
La joven advirtió que no recomendaría esta ruta a quien no esté preparado para estudiar completamente en español y soportar obstáculos constantes: “A las personas que no están completamente equipadas para venir a Cuba a estudiar Medicina, no se lo recomendaría… Si no eres apasionado por la Medicina y por cuidar a la gente, no lo recomiendo. Te vas a enfrentar a múltiples obstáculos y, a menudo, sentirás que quieres rendirte, pero no puedes”.