MADRID, España.- José Bravo Navarro, residente en La Patera (Santiago de Cuba) y de 33 años, falleció en la madrugada de este 19 de noviembre en el Hospital Ambrosio Grillo, dos días después de que las autoridades penitenciarias le concedieran una licencia extrapenal debido a su estado crítico.
Su muerte fue denunciada inicialmente por el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada y posteriormente confirmada por el Centro de Asesoría Legal Cubalex.
Bravo Navarro estaba recluido primero en la cárcel de Mar Verde, donde comenzó a presentar tos persistente, dolores abdominales, un adelgazamiento extremo y agotamiento físico. También sufrió diarreas frecuentes, deshidratación y una debilidad progresiva durante este periodo.
Tras el empeoramiento de su estado, fue trasladado a la prisión de Boniato, que cuenta con una instalación hospitalaria. Allí, de acuerdo con testimonios familiares citados por el periodista, no recibió atención médica oportuna pese a presentar signos evidentes de tuberculosis, complicaciones cardíacas y problemas renales.
Cuando su salud ya era grave, Bravo Navarro fue ingresado en la sala de penados del Hospital Ambrosio Grillo, en el poblado del Cobre. Fue entonces cuando las autoridades decidieron otorgarle la llamada libertad extrapenal. Sin embargo, esta medida llegó “solo unos días antes de su muerte”, señaló Mayeta, quien calificó la decisión como tardía y denunció que “no había cuerpo para salvar”.
El joven falleció en la madrugada de este miércoles. Su cuerpo fue trasladado a la funeraria de Santiago de Cuba, donde será sepultado este jueves en horas de la mañana. Sus familiares sostienen que pudo haber sobrevivido si la atención médica hubiese sido brindada a tiempo y denuncian “descuido, demora y silencio médico”.
Cubalex, que catalogó el hecho como una nueva muerte bajo custodia estatal, recordó que estos casos evidencian “un patrón sostenido de negligencia y fallas en la protección de la vida dentro de las prisiones cubanas” y subrayó que el Estado incumple sus obligaciones cuando solo interviene en fases terminales del deterioro de los reclusos.
Patrón de muertes prevenibles en cárceles cubanas
El caso de José Bravo Navarro se suma a una larga lista de fallecimientos asociados a negligencia médica, demoras en la atención y deterioro prolongado durante la reclusión, según denuncian familiares y organizaciones de derechos humanos.
En lo que va de 2025, Cubalex ha registrado 38 muertes de personas privadas de libertad, incluida la de Bravo Navarro. La cifra es reafirmada por el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas (CDPC) que, además, en su informe anual presentado recientemente, reportó al menos 60 muertes en cárceles cubanas entre marzo de 2024 y marzo de 2025.
El CDPC añade que, en algunos de esos 60 fallecimientos, los familiares no pudieron acceder a los cuerpos ni a los informes forenses, vulnerándose protocolos internacionales aplicables a muertes potencialmente ilícitas.
Al presentar el informe, la organización denunció: “El sistema penitenciario cubano es hoy un espacio de degradación humana y represión política. No se trata de fallas aisladas, sino de una política estructural de castigo y silencio que requiere una respuesta internacional firme”.
En marzo de 2024, Cubalex presentó una investigación sobre muertes en custodia en Cuba, en la cual concluía que este fenómeno refleja una crisis sistémica de derechos humanos. El documento señaló que las cárceles y centros de detención se caracterizan por el hacinamiento, la falta de higiene y la escasez de necesidades básicas como agua potable, ventilación y alimentación adecuada, lo que incrementa el riesgo de enfermedades y muertes prevenibles. Asimismo, denunció la deficiente atención médica, con demoras o negativas en los tratamientos y respuestas inadecuadas ante emergencias, que han derivado en múltiples fallecimientos evitables.








