MÉRIDA, México -. La Empresa de Fabricación y Servicios de Instrumentos de Pesar (Pexac) volverá a fabricar balanzas y básculas en Cuba gracias su alianza con una empresa rusa.
Según Granma, esta empresa, única de su tipo en el país, perteneciente al Grupo de la Electrónica, presentó la asociación económica internacional CubaRus, en el marco de la IV Convención y Exposición Internacional Cubaindustria 2024.
Tras dos años de paro productivo, esta alianza permitirá revitalizar la manufactura de instrumentos de pesar de distinto porte, como balanzas comerciales y básculas industriales, dijo Laura Hernández Baquero, directora general de Pexac.
La directiva precisó que las producciones están destinadas a todos los clientes de la economía que los necesiten –comercio interior, agricultura, salud, los puertos y aeropuertos–, aunque en esta primera etapa el catálogo solo incluye las industriales y comerciales.
Durante el “paro productivo”, Pexac se dedicó a servicios de reparación, mantenimiento y calibración de las pesas ya instaladas en el país, puesto que no contaban con financiamiento para adquirir la materia prima.
Las nuevas ventas para el mercado interno serán en divisas, y también tendrán un porciento destinado a la exportación, sobre todo en Centroamérica y el Caribe, añadió.
Hernández Baquero dijo que venderán en divisas para lograr el reaprovisionamiento de la industria que garantice mayores niveles de producción.
Además, aseguró que las utilidades que se generen de estas ventas serán destinadas a la protección de programas sociales algunos de Salud Pública.
Penetración del capital ruso en Cuba
El régimen cubano se aferra al capital de sus aliados rusos como modo de supervivencia.
A inicios de junio, el viceprimer ministro cubano, Ricardo Cabrisas, recientemente destituido de su cargo al frente del Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, viajó a Rusia en la que supuso su segunda visita a ese país en dos meses.
Cabrisas se reunió con el vicepresidente del Consejo de la Federación, Konstantin Kosachev, para estrechar vínculos indagar en las posibles áreas de cooperación, en un intento por atraer inversores rusos a Cuba para desarrollar “nichos prometedores del mercado cubano”.
Unos días después se conoció que el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF) realizaría una inversión inicial de 11,3 millones de dólares en la empresa estatal cubana BioCubaFarma para el desarrollo de medicamentos contra enfermedades geriátricas y oncológicas.
La inversión, que podría duplicarse en el futuro hasta alcanzar los 1.000 millones de rublos (11,26 millones de dólares al cambio actual), tiene como objetivo fortalecer la investigación y producción de fármacos en Rusia, reduciendo la dependencia de las importaciones y creando una base industrial propia en el sector de la salud.
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