 
          enero-junio 2017 /
        
        
          pág 49
        
        
          Cimbra
        
        
          y le hablaba de las salidas tan importan-
        
        
          tes que tenía esta carrera en el mundo
        
        
          laboral, con el auge de las infraestructu-
        
        
          ras en los años 90.
        
        
          Cinco años más tarde obtuvo su pri-
        
        
          mer trabajo como ITOP en la empresa
        
        
          CYOPSA-SISOCIA, S.A, primero como
        
        
          Jefe de Producción, a pie de obra, que
        
        
          era su pasión, y trabajó en varias obras
        
        
          en Extremadura. Poco tiempo duró la
        
        
          experiencia extremeña y en apenas
        
        
          unos meses, dando el salto ya como Jefe
        
        
          de Obra, dedicó su actividad en otras
        
        
          provincias. Nos cuenta que fue una
        
        
          experiencia de trabajo inolvidable con
        
        
          estancias en distintas ciudades: Ciudad
        
        
          Real, Madrid, Burgos, Segovia…
        
        
          De aquel tiempo inicial guarda un
        
        
          recuerdo especial. Nos cuenta la anéc-
        
        
          dota del día que lanzó, en la construc-
        
        
          ción de un viaducto de Ciudad Real,
        
        
          sus primeras vigas. Su Jefe estaba muy
        
        
          preocupado porque lo organizó para el
        
        
          12 de mayo (sin pensar en la fecha), y su
        
        
          comentario fue:“¡Estás loca!, se nos cae
        
        
          una viga el día del patrón y salimos en
        
        
          los periódicos…”, a lo que contestó…
        
        
          ”pues que mejor día para que nos de su
        
        
          protección…” como así fue. Todo salió
        
        
          según lo previsto.
        
        
          Las dificultades con las que se en-
        
        
          contró al principio fue por su inexpe-
        
        
          riencia, más por el hecho de ser mujer,
        
        
          que también. Tenía la impresión que
        
        
          analizaban más su trabajo que al de los
        
        
          compañeros hombres, “se sorprendían
        
        
          al verme en obra”, comenta, y alguna
        
        
          que otra vez tuvo que escuchar algún
        
        
          comentario machista, que ignoraba in-
        
        
          mediatamente.
        
        
          Pero la falta de experiencia con la
        
        
          que se sale de la Escuela, sin haber rea-
        
        
          lizado ninguna inmersión en el mundo
        
        
          laboral, fue su mayor dificultad. Esta
        
        
          carencia, dice Guadalupe, afortunada-
        
        
          mente hoy, poco a poco se intenta paliar
        
        
          con la posibilidad de hacer prácticas a
        
        
          través de los Convenios Universidad-
        
        
          Empresa.
        
        
          Y después de estos primeros años
        
        
          de experiencia profesional, en el año
        
        
          2002, junto con otra compañera de
        
        
          trabajo, Cristina Alonso, ICCP, y con la
        
        
          gran ayuda de su antigua empresa, de-
        
        
          cide emprender la aventura empresa-
        
        
          rial, fundando la Ingeniería-Consultora,
        
        
          ARAL CONSULTORÍA, S.L. en la que
        
        
          actualmente se encuentra inmersa, em-
        
        
          presa formada por mujeres y en la que
        
        
          un 80% son mujeres.
        
        
          Así que en la actualidad Guadalupe
        
        
          es empresaria (autónoma) de una Inge-
        
        
          niería-Consultora, hecho que confiesa
        
        
          supone un gran sacrificio profesional, ya
        
        
          que “una siempre tiene la incertidum-
        
        
          bre, preocupada como la buena madre
        
        
          de familia, de si contratará lo necesario
        
        
          para poder mantener los puestos de
        
        
          trabajo”, pero sobre todo supone un es-
        
        
          fuerzo familiar y personal, pues esa de-
        
        
          dicación le priva en ocasiones de tiempo
        
        
          de ocio para compartir con sus tres hijos
        
        
          y su marido.
        
        
          A pesar de ello, nunca quiso renun-
        
        
          ciar a la maternidad y resignarse a no
        
        
          poder tener hijos por el hecho de ejercer
        
        
          esta profesión,“aunque quizás los per-
        
        
          judicados sean ellos”, comenta. Apasio-
        
        
          nantes tareas que intenta compaginar y
        
        
          le consuela pensar que está criándoles
        
        
          con una forma de ser más independien-
        
        
          te. Piensa que el futuro le dirá si lo ha
        
        
          hecho bien.
        
        
          ¿Y cómo desconecta Guadalupe?
        
        
          Pregunta que le podríamos hacer a
        
        
          cualquier madre que compagina traba-
        
        
          jo y maternidad. Contesta que la única
        
        
          manera es llevarse trabajo a casa los
        
        
          fines de semanas. Intenta madrugar
        
        
          bastante los sábados y domingos, con el
        
        
          fin de adelantar algo las tareas de la se-
        
        
          mana, y así disponer después de tiempo
        
        
          para ella y su familia, cosa que no es fá-
        
        
          cil, asegura.
        
        
          Además, a veces se plantea, con los
        
        
          malos momentos que está atravesan-
        
        
          do el sector, si se habrá equivocado de
        
        
          profesión. Pero su mensaje final es que
        
        
          anima a las mujeres que se están pre-
        
        
          parando para ejercerla que“la presencia
        
        
          de la mujer en la ingeniería civil logra-
        
        
          rá convertirla en una profesión todavía
        
        
          más apasionante”.
        
        
          Marie Curie/Científica y descubrido-
        
        
          ra del polonio y el radio, sintetiza en una
        
        
          frase la trayectoria personal y profesional
        
        
          de Guadalupe:“La vida no es fácil para
        
        
          ninguno de nosotros. ¿Y qué más da?
        
        
          Debemos tener perseverancia y sobre
        
        
          todo confianza en nosotros mismos”.
        
        
          BEATRIZ BOMBÍN
        
        
          :
        
        
          ELIGIÓ LA PROFESIÓN
        
        
          POR ILUSIÓN NO POR
        
        
          VOCACIÓN
        
        
          Beatriz Bombín no eligió la profe-
        
        
          sión de vocación, sino por ilusión. Bus-
        
        
          caba algo diferente y no quería hacer la
        
        
          carrera que elegía la mayoría de la gente
        
        
          –Empresariales, Económicas, Indus-
        
        
          triales…–. Así en el año 1992, año con
        
        
          muchos acontecimientos importantes
        
        
          –las Olimpiadas, la EXPO de Sevilla…–
        
        
          comenzó su aventura estudiantil en la
        
        
          Escuela de Burgos.
        
        
          Comenta que ese año se pasó de 25
        
        
          a 125 alumnos en clase, en muchas de
        
        
          las asignaturas. Comenzó a estudiar con
        
        
          mucha ilusión pero sus recuerdos son
        
        
          duros, algunos malos.“Quien haya es-
        
        
          tudiado en la Escuela de Burgos”, dice,
        
        
          “recordará aquel Dibujo de Carmen
        
        
          Mínguez –insufrible e inentendible–,
        
        
          el algebra de “Angelillo”, los diédricos
        
        
          Guadalupe del Arco.