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          / enero-junio 2017
        
        
          Artículos técnicos
        
        
          /
        
        
          Perfiles transversales
        
        
          Cimbra
        
        
          de  Vicente Gil, que daba lástima borrar
        
        
          para escribir ecuaciones de hidráulica de
        
        
          Ricardo Renuncio Angulo, las medicio-
        
        
          nes de Fausto aprendido todo de me-
        
        
          moria porque si no, no valía...”
        
        
          Pero aquel esfuerzo, ahora lo recuer-
        
        
          da, como un procedimiento de prepa-
        
        
          ración para poder afrontar la dureza de
        
        
          la realidad  laboral,“porque aprendías a
        
        
          salir de verdaderos aprietos, de buscar
        
        
          salidas, de no  conformarte con un no
        
        
          por respuesta”, comenta. A día de hoy,
        
        
          todavía sueña con que tiene alguna asig-
        
        
          natura suspensa.
        
        
          Y, por fin, en 1997, ya tenía su título.
        
        
          La ilusión fue enorme. Además encon-
        
        
          trar trabajo en aquella época era fácil. Se
        
        
          podía elegir y se decantó por trabajar en
        
        
          Valladolid, cerca de su casa. Le apetecía
        
        
          disfrutar de los suyos, algo que había
        
        
          echado de menos al haber estudiado
        
        
          fuera de casa. Estuvo trabajando en una
        
        
          empresa privada pequeña dedicada a la
        
        
          construcción. “Yo era la primera mujer
        
        
          en su historia”, cuenta con una sonrisa.
        
        
          Confiesa ahora que por aquel entonces
        
        
          no sabía hacer nada, pero lo que le so-
        
        
          braban eran ganas por aprender.
        
        
          La primera vez que el Jefe de Obra
        
        
          le llevó a una obra en Almazán (Soria)
        
        
          no durmió de la emoción. Fue un día de
        
        
          eclipse y de calor veraniego. Al llegar a la
        
        
          obra sintió la mirada de los trabajadores
        
        
          cuando les recordaba la necesidad de
        
        
          usar casco y medidas de seguridad.
        
        
          Pero
        
        
          Beatriz
        
        
          dice que nunca se
        
        
          ha sentido discri-
        
        
          minada ni por sus
        
        
          superiores ni por las
        
        
          personas a su cargo.
        
        
          El trato siempre ha
        
        
          sido correcto y des-
        
        
          pués del trabajo ha
        
        
          habido momentos
        
        
          para las risas o para
        
        
          tomarse unos vinos
        
        
          juntos.
        
        
          Sus primeros
        
        
          trabajos estuvieron
        
        
          relacionados con la Seguridad y Salud,
        
        
          con la implantación de calidad, obras,
        
        
          mediciones, preparación de ofertas para
        
        
          licitaciones…Tardes muy largas de traba-
        
        
          jo acompañadas de pizza para cenar en la
        
        
          oficina, pero siempre con buen ambiente.
        
        
          Y, después de once años, le surgió la
        
        
          oportunidad de trabajar en una empresa
        
        
          dedicada a la consultoría. Aunque el tipo
        
        
          de trabajo era distinto, seguía estando
        
        
          relacionado con trabajos de Dirección de
        
        
          Obra, redacción de proyectos, etc.Tampo-
        
        
          co, en esta ocasión, sintió ningún tipo de
        
        
          discriminación por el hecho de ser mujer.
        
        
          Fue una etapa de trabajo en equipo, coor-
        
        
          dinación y buen ambiente.A los dos años,
        
        
          el volumen de trabajo disminuyó y la des-
        
        
          tinaron a Galicia por cuatro meses, hasta
        
        
          que la reubicaron. Fue en ese momento
        
        
          cuando decidió tener su primer hijo.
        
        
          Pero después de depuradoras, de
        
        
          obras lineales, de urbanizaciones, el AVE
        
        
          llegó a Valladolid y “a mi me apearon”,
        
        
          comenta. Era el año 2010, así que en esa
        
        
          parada en el camino, decidió tener su se-
        
        
          gundo hijo.
        
        
          No obstante, Beatriz quería seguir
        
        
          ejerciendo su profesión, con el “trabajo
        
        
          que me había costado mi título”, dice
        
        
          recordando aquella época. Su ilusión no
        
        
          decaía y mandaba currículos a empre-
        
        
          sas, aunque sabía por compañeros que
        
        
          lo que intentaban en las empresas era
        
        
          deshacerse de los trabajadores porque
        
        
          no había trabajo, así es que el globo de
        
        
          la ilusión se fue desinflando poco a poco,
        
        
          hasta que dejó de elevarse.
        
        
          Y como hay que“tirar hacia adelante”
        
        
          Beatriz comenzó a trabajar en la sección
        
        
          de metal de la empresa Renault. El traba-
        
        
          jo no tenía nada que ver, ni la responsa-
        
        
          bilidad, ni la organización,“ni tu opinión
        
        
          cuenta”, asegura. Los primeros cuatro
        
        
          meses fueron psicológicamente malos,
        
        
          porque realizas un trabajo repetitivo du-
        
        
          rante 8 horas.“Luego se aprende a dejar
        
        
          el cerebro en la taquilla y recogerlo a la sa-
        
        
          lida”, dice ahora asumiendo la situación.
        
        
          Ahora el único nexo que tiene con
        
        
          su profesión es la colaboración con el
        
        
          CITOPIC de la Zona de Castilla y León
        
        
          Occidental. Su proyección de futuro tie-
        
        
          ne la mirada puesta en sus hijos, en su
        
        
          marido y en una pequeña plantación de
        
        
          pistachos que solo tiene tres años.
        
        
          Afirma que no ha elegido esta vida.
        
        
          La crisis del sector se la ha impuesto.
        
        
          Pero también es consciente de que hay
        
        
          que aceptarlo y, a pesar de eso, nunca
        
        
          dejar de perseguir las ilusiones, que en su
        
        
          caso fue elegir estudiar IngenieríaTécnica
        
        
          de Obras Públicas.
        
        
          Por ello, y siendo consciente de la im-
        
        
          portancia de la formación continua, aho-
        
        
          ra está planteándose estudiar metodo-
        
        
          logía BIM. Porque los que sienten, como
        
        
          Beatriz, la profesión por dentro, nunca se
        
        
          darán por vencidos.
        
        
          ana del rey
        
        
          : LA
        
        
          CRISIS CAMBIO SU
        
        
          RUMBO PROFESIONAL
        
        
          La experiencia de Ana del Rey co-
        
        
          mienza de manera parecida a la de
        
        
          Guadalupe. Siempre tuvo el apoyo de
        
        
          su familia cuando decidió estudiar In-
        
        
          geniería Técnica de Obras Públicas, te-
        
        
          niéndose que desplazar a Zamora, por-
        
        
          que ella era de Salamanca. Esta mujer,
        
        
          la pequeña de cinco hermanos, eligió
        
        
          trabajar duro en lo que a ella le gusta-
        
        
          ba.Y, sí, confiesa que a veces no es bien
        
        
          visto que una mujer desarrolle su vida
        
        
          profesional en un entorno que es hostil
        
        
          y exige mucho compromiso y fortaleza.
        
        
          Beatriz Bombín,