Doce años después, Thomas Pynchon (1937) ha vuelto a publicar una novela. La esperada Shadow Ticket está a la venta desde este martes 7 de octubre, y según se ha adelantado es una muestra del “mejor Pynchon tardío”.
O así al menos lo pone Los Angeles Times en un fragmento promocional que cita la Penguin Press. “Una obra maestra” (“A masterpiece”), han llegado a decir en The Telegraph.
En todo caso se trata de uno de los monstruos sagrados de la narrativa estadounidense en las últimas cinco o seis décadas, y, por tanto, este es uno de los grandes acontecimientos editoriales del año.
“El primer libro de Pynchon en más de una década contiene todos los elementos característicos de su obra, incluyendo espionaje, paranoia y personajes torpes que se ven superados por las circunstancias”, dice la sinopsis en The New York Times. “En este caso, se trata de Hicks McTaggart, un detective privado encargado de localizar a una heredera fugitiva de Wisconsin. La misión se tuerce cuando aterriza en Hungría junto a nazis, espías soviéticos, contraespías británicos y una serie de otros agentes del caos que están redefiniendo la misión de McTaggart –en realidad, todo el orden mundial– de formas que él nunca podría haber previsto”.
La trama se sitúa en el año 1932, en plena Gran Depresión: “Rodeado de una historia que no comprende y de la que no puede salir, el único lado positivo para Hicks es que es el amanecer de la era de las big bands y, por cierto, es un bailarín bastante bueno. Si esto será suficiente para permitirle, de alguna manera, regresar a Milwaukee y al mundo normal, que quizá ya no exista, es otra cuestión”, ha resumido la editorial.

Shadow Tickets es la novena novela del esquivo autor norteamericano, y “una novela de Pynchon es un género en sí mismo”, dice A.O. Scott en el diario neoyorquino, donde revisa una vez más “lo esencial” del autor de V. (1963), The Crying of Lot 49 (1966), Gravity’s Rainbow (1973; National Book Award), Vineland (1990) y Mason & Dixon (1997). “Sus páginas están repletas de arcanos históricos y datos científicos, algunos reales, otros fantásticos. Sus párrafos dan giros y divagan. Sus personajes tienen nombres extravagantes y ocupaciones aún más extravagantes. Su prosa es una amalgama inimitable de lo alto y lo bajo, lo obsceno y lo sublime, koans, cargamentos de datos y chistes malos. Sus tramas caprichosas y dispersas desafían cualquier resumen, lo que obliga a los críticos, agobiados por los plazos, a tirar la toalla y exclamar «Shaggy dog!»”.
Las otras novelas Pynchon corresponden a este siglo, Against the Day (2006), Inherent Vice (2009) y Bleeding Edge (2013); completan su obra conocida los relatos de Slow Learner (1984).