Cumplidos los 85 años, la novelista y poeta canadiense Margaret Atwood ha escrito su Book of Lives (Doubleday), “una especie de memorias” que habrán de publicarse a inicios de noviembre próximo. El volumen, según se ha anunciado, va enlazando su propia biografía “poco convencional” y “el duradero impacto cultural” de su obra.
Autora de alrededor de sesenata volúmenes, Atwood habría compuesto este “libro de las vidas” –según han puesto de relieve sus editores– sobre una hipótesis bicéfala: “Todo escritor es al menos dos seres: el que vive y el que escribe. Aunque todo lo escrito debe haber pasado por sus mentes, o mente, no son lo mismo”.
La celebrada autora de El cuento de la criada (1985) y Los testamentos (2019) –ganadora del Booker Prize– fue hija de un entomólogo y una dietista y pasó buena parte de su infancia en los bosques del norte de Quebec, donde al parecer se conjugaban la hermosura y la libertad con cierta dosis de desolación.
“A partir de este comienzo poco convencional, Atwood desarrolla la historia de su vida, vinculando momentos trascendentales con los libros que han dado forma a nuestro panorama literario, desde el cruel año que dio lugar a Cat’s Eye [1988] hasta el Berlín orwelliano de los años ochenta, donde escribió El cuento de la criada”, adelanta la editorial. “En páginas repletas de reuniones bohemias, su vida mágica con el carismático escritor Graeme Gibson y los principales hitos políticos, nos encontramos con poetas, osos, actores de Hollywood y personajes más grandes que la vida sacados directamente de las páginas de una novela de Atwood”.
En su caso, estamos no solo en presencia de una importante artista verbal; también se trata, según apuntó aquí Yvon Grenier, de “una mente inquisitiva, sinceramente comprometida con los derechos humanos y los valores democráticos” –aun cuando alguna vez haya decidido apagar “sus antenas críticas”.
“A medida que viajamos con ella a lo largo de su vida”, se advierte acerca de Book of Lives, “se revela cada vez más sobre su escritura, las conexiones entre la vida real y el arte, y el funcionamiento de una de nuestras mayores imaginaciones”.
Asentada la mayor parte de su vida en Toronto, Atwood estuvo casada –hasta la muerte de él en 2019– con el también destacado novelista canadiense Graeme Gibson.
Otras obras suyas relevantes son Surfacing (1972), The Robber Bride (1993), Alias Grace (1996), The Blind Assassin (2000; Booker Prize y Hammett Prize) u Oryx and Crake (2003).
Entre varias decenas de importantes galardones que honran su carrera literaria e intelectual, sobresalen el Premio Arthur C. Clarke a la Imaginación al Servicio de la Sociedad, el Premio Franz Kafka, el Premio de la Paz de los Libreros Alemanes, el Premio PEN America a la Trayectoria Profesional, el Premio Literario de la Paz de Dayton y el Premio Princesa de Asturias.