Ramón Williams es un fotógrafo de la materia. Su mirada convierte a la ciudad en un ente casi abstracto, una forma que se desdobla y se reinventa una y otra vez ante los ojos del espectador.
Ramón Williams trata con la obsolescencia de las imágenes que quedan después de una exposición, no hace otra cosa que trasladarla a la decrepitud de los lugares donde fueron emplazadas.