fbpx
InicioRialta Magazine_ArteEl rostro como algo expandido. Entrevista con Danay Nápoles

El rostro como algo expandido. Entrevista con Danay Nápoles

Danay Nápoles deconstruye los paisajes “naturales” y los convierte en polígonos fictivos. Los transforma en espacios mutantes. Los identifica como manantiales donde nos percibimos.

-

Danay Nápoles propone una erótica, la erótica de lo rostrificado. Su discurso (logos) se realiza como un desreconocimiento de los cuerpos. Cuerpos mentales. Cuerpos arquitectónicos. Cuerpos de gas. Nápoles tiene necesidad de mirar directamente al cielo con la esperanza de ver la escena en conjunto, es decir, de ver más y con más claridad. Esta necesidad es todo menos plácida. Es un juego con algo que se escapa.

Danay Nápoles deconstruye los paisajes “naturales” y los convierte en polígonos fictivos. Los transforma en espacios mutantes. Los identifica como manantiales donde nos percibimos.

La mirada como una facultad autóctona, autotélica, posiblemente redentora de la mente. Nápoles emancipa una mirada desprejuiciada. Una mirada que (también) escucha. La fotografía como gesto conativo. Para Danay Nápoles fotografiar es como realizar un juego de espejos donde cada individuación se plantifica en un yo expandido. Expandido (también) hacia sí misma.

Danay Nápoles entiende cada rostro como un mundo posible. Le interesa determinar el territorio político del rostro (y no solo). Hablamos de una dimensión. Una dimensión maquínica donde la subjetividad se articula no desde los bordes, sino desde un epicentro esencial.

Expandidos (también) hacia otros paisajes que son pasajes donde no hay rostros fácticos, pero sí referidos. Un tragaluz. Un tragacuerpos. Un tragamemorias. Una tragaperras. Da la impresión, a veces, de que esos cielos fotografiados (rostrificados) por Danay Nápoles esconden otros cielos ruiniformes. Cuerpos ruiniformes. Memorias ruiniformes.

Danay Nápoles le otorga rostro a lo ruinoso. Le otorga rostro al mundo. “Todo lo que se alza cae, / y todo muere al contacto de lo que ha caído”, dice Pascal Quignard. Danay Nápoles fotografía ese lugar entre lo que se alza y lo que cae. Ese entrelugar. Entremedias. Ese lugar exacto.

Estamos dentro de una exposición, dentro de tu primera exposición personal en Madrid. Human mind está compuesta por imágenes de varias series, ¿verdad?

Sí, aquí hay imágenes de la serie Human mind, que le da nombre a la exposición. Es una serie que vengo desarrollando desde 2020. La descubrí a través de fotografías de arquitectura e interiores que hacía. Un día vi la mancha. Una mancha que me recordó el test de Rorschach. La idea inicial fue realizar diez imágenes: Test 1, Test 2, Test 3… Me interesa vernos en esas manchas.

¿Las imágenes fueron realizadas en La Habana?

Inicialmente sí. Pero ahora las estoy haciendo en diferentes ciudades. Además de las diez imágenes hechas en La Habana quisiera hacer diez en cada una de las ciudades que elija.

Danay, recuerdo que hubo un momento en que viajaste por varias ciudades de Latinoamérica fotografiando edificios art déco. Es decir, tu investigación fotográfica en torno a la arquitectura inició hace ya bastante tiempo. ¿Cómo piensas la relación entre esa investigación y la serie Human Mind? ¿Tienen relación?

Totalmente. Esas fotografías que hice en varias ciudades de Argentina, Chile, Brasil…, fueron un gran aprendizaje.

¿Y qué ha pasado con esa serie de fotografías?

Muchas se mostraron y otras aún no las he expuesto.

Realizas fotos analógicas y digitales…

Sí, pero fundamentalmente trabajo de manera digital. Aunque he hecho fotografía analógica prefiero la digital por una cuestión de recursos.

Yo te he visto haciendo fotos en la calle, aquí en el barrio de Lavapiés con una cámara analógica, haciendo retratos. De hecho, el retrato quizá sea el género que más te identifique. El retrato es algo que te acompaña. ¿Qué te interesa captar?

El retrato me acompaña desde el inicio, desde mis primeras series. Es muy interesante cómo conecto con la gente. Me viste aquel día haciendo “retratos de barrio”, como les digo. Es una serie que he hecho en distintos barrios de Madrid. Intento conectar con las personas. No busco personas específicas. Creo que todas tienen la posibilidad se ser fotografiadas. El retrato sale a partir de una conexión.

Sin embargo, mi percepción es que en esta exposición no retratas una exterioridad y sí una interioridad. De hecho, muestras dos autorretratos. Dos autorretratos que hiciste cuando estabas embarazada. ¿Te sueles autorretratar?

Tengo una serie de autorretratos. Es la primera vez que muestro estas imágenes. También muestro los ombligos que tienen que ver con la raíz, con esa conexión con la vida.

Hablas de la serie El ombligo del mundo

Sí.

Exploras esa idea del origen…

Y del cuerpo. Es una serie que hice durante el embarazo. El origen. El nacimiento. La raíz. Un nuevo comienzo. Una nueva vida.

Háblame de la serie Tragaluz. Siento que Tragaluz tiene mucha relación con la serie Human Mind, esa idea de retratar las formas, las manchas…

Sí, en este caso están las nubes, pero Tragaluz es una idea que surgió a partir de la necesidad de no dejar de soñar. Surgió como una búsqueda, como una necesidad de seguir latiendo. En otras piezas de esta serie te puedes encontrar cualquier imagen, no tiene que ser un cielo. Son universos. Es un sueño que puedes alcanzar.

Es instar a la contemplación de alguna manera.

Exactamente.

Danay, yo siento que en ese reatar –el cielo o los contextos que te rodean– también hay una necesidad de expandir la noción de retrato. El retrato no solo en relación con el rostro humano, sino con el entorno rostrificado. Me interesa el retrato como rostros que nos acompañan y que no forman parte ni siquiera del cuerpo humano. Arquitecturas como rostros. Cielos como rostros. Entornos vegetales como rostros. En tu caso, me gustaría en otro momento ensayar esa idea del rostro como algo expandido. ¿Te interesaría también pensarlo de esa manera?

Sí, es interesante verlo de esa manera.

Estas tres series de las que hemos hablado, Human Mind, El ombligo del mundo y Tragaluz generan una especie de contrapunteo. De un lado vemos esa exterioridad permanente, y del otro hay una vuelta a ese lugar interior…

Más íntimo. Lo veo así también. También incluyo la serie Polígonos naturales. Todo tiene una conexión. Con Polígonos naturales volví a conectar con la naturaleza. Aquí en Madrid extraño mucho el mar. A través de esa búsqueda y esa carencia sale Polígonos naturales.

Me recuerdas a Saint-John Perse con esos “caminos entretejidos del cielo y del mar”; como ese “mar como un cielo”. Tu búsqueda en el cielo es también una búsqueda del mar.

Sí. Es así.

EDGAR ARIEL
EDGAR ARIEL
Edgar Ariel Leyva González (Holguín, Cuba, 1994). Periodista, investigador y crítico de arte. Máster en Estudios Teóricos de la Danza (2020) en la Universidad de las Artes de Cuba (ISA) y Licenciado en Periodismo (2018) en la Universidad de Holguín. Es egresado del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Actualmente investiga sobre la configuración de la estética poscrítica en Cuba. Forma parte del Staff de Rialta.

Leer más

‘El bosque intermitente’ o del cine bifurcado de Lázaro Lemus    

En 'El bosque intermitente', Lázaro Lemus no genera un texto fílmico, sino que parece descrearlo. Fractura los fundamentos artificiosos sobre los que se erige el arte cinematográfico.

Elizabeth Bishop: Recuerdos de Marianne Moore

Compartimos fragmentos del ensayo donde Bishop, que inició su carrera literaria bajo la benévola tutela de Moore, nos presenta una compleja imagen de su idiosincrásica mentora.

Miguel Coyula: meditaciones de un cineasta en nuestro tiempo

Miguel Coyula es el director cubano más personal, creativo y culto de las últimas décadas.
Festival En Zona 2024
Festival En Zona 2024
Rialta, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM-Cuajimalpa) y El Estornudo invitan a la primera edición del Festival En Zona, que tendrá lugar en la Ciudad de México entre los días 26 y 29 de noviembre de 2024.

Contenidos relacionados

Comentarios

Deja un comentario

Escriba su comentario...
Por favor, introduzca su nombre aquí