SAN LUIS POTOSÍ, México.- Anfiloquio Suárez Castellanos sentó las bases para la inauguración, en 1985, de un zoológico en la ciudad guantanamera de Baracoa, cera de las elevaciones conocidas como Tetas de Santa Teresa. De aquel “reino” ahora solo quedan animales agonizantes.
El naturalista Anfiloquio Suárez, quien fuera Miembro de Honor de la Sociedad Cubana de Ciencias Biológicas, logró reunir diversas especies en la zona de La Poa, donde creó un microzoológico que fue ampliando con la llegada de muchas especies.
Cuando entregó al Estado su refugio animal, el 26 de julio de 1985, había más de mil animales de 115 especies pero ahora solo habitan 240 de 12 especies, según recogió una crónica del diario local Venceremos.
Un lugar marcado por la convivencia y los sonidos producidos por los animales: monos, aves, perros jíbaros, cocodrilo, palomas, sijú platanero, cernícalos y gavilanes, lechuzas, hipopótamo, leones, ahora es símbolo de la desolación.
“Los orgullosos baracoenses de entonces, propietarios del único y verdadero zoo de la provincia de Guantánamo, que definitivamente ‘engulló’ las especies del miniparque de la ciudad capital, expresan con desdén ‘para qué visitarlo, ni Modo Verano, allí no hay nada que ver’”, refirió el texto.
Los animales habitan en condiciones precarias, entre ellos dos leonas, pecaríes de collar, iguana, cocodrilo, palomas, hipopótamo, avestruces, que han sufrido el impacto del huracán Matthew, la influenza aviar, entre otros.

Tampoco pueden garantizar la alimentación de las especies y carecen de pienso, reconocieron Ángel Tabera Sourt, administrador del parque, y Yurkenis Ductó Córdova, responsable de la Unidad No.2 de Aseguramiento y Apoyo de la Administración, grupo de Patrimonio.
Ya no están algunos de los más llamativos y valiosos del parque: el binturong, la sitalunga, hienas y leonas, la pareja del flamenco rosado, Pichi, el rinoceronte; el tigrillo, un felino nicaragüense; los ñandúes, los patos huyuyos y el almiquí. “Todo eso regaló a los niños, animales que vivieron en ese parque que hoy fenece a la vista de todos”.
De los simios solo quedan dos y pocos avestruces, pues por la Gripe Aviar murieron muchos ejemplares de esa especie y otros hubo que sacrificarlos.

Foto: Venceremos
Los zoológicos cubanos y, por ende, los animales que ahí permanecen recluidos, padecen una crisis que parece agravarse cada vez más en la Isla.
Celdas sucias, animales famélicos, algunos han muerto de hambre, es la estela que deja la misera de una Isla que también hace peligrar la vida de los animales y lleva a otros, como en el caso en cuestión, a fugarse para buscar comida.
Los animales agonizan, sin condiciones adecuadas, lejos de su hábitat y con escasa comida, difícilmente sobrevivirán encerrados en los zoológicos.
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