diciembre 29, 2025

Migrantes cubanos en Brasil: «Mejor aquí fregando platos que en un país sin futuro»

"Brasil no es Estados Unidos, pero para muchos de nosotros sigue siendo una opción real", dijo a 'CubaNet' un migrante cubano.
Migrantes cubanos en Brasil
Migrantes cubanos en Brasil (Captura de video: FOLHA BV)

SANTA CLARA, Cuba. – A principios de año, Lisandra Garí se embarcó en el viaje más estresante de su vida, el cual la llevaría a asentarse finalmente en Curitiba, al sur de Brasil. Durante meses había esperado la posibilidad de acogerse al programa de parole humanitario de Estados Unidos, pero cuando la opción cerró, no tuvo otra alternativa que dejar atrás a su pareja y emprender la travesía a Brasil vía Guyana, el punto de entrada habitual para quienes buscan continuar por tierra hacia el interior del continente.

“Aunque los coyotes tienen experiencia y te dan seguridad de que todo va a salir bien, fueron días de mucho sobresalto: crucé ríos en una chalupa, me metí por lugares con fango hasta la rodilla, pasé algo de hambre y necesidad de ir al baño…”, cuenta la cubana, que hasta entonces residía en Sancti Spíritus. Asimismo, precisa que pagó alrededor de 1.200 dólares por el “servicio” de traslado y alojamiento en lugares puntuales, previamente acordados por sus guías. Tras el arribo a Boa Vista, la capital de Roraima, en la frontera con Guyana, permaneció más de 24 horas en una buseta con solo dos paradas de pocos minutos durante el trayecto hacia otros puntos de la geografía brasileña.

Datos recientes del Panel de Migración en Brasil, del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública (MJSP) confirman que cada vez más cubanos optan por el gigante del cono sur como destino definitivo, gracias a que combina accesibilidad de entrada, posibilidad de regularización y oportunidades de trabajo y salud gratuita. El arribo de los cubanos a Brasil se produce principalmente por la región norte, en el municipio de Bonfim, en Roraima, o a través de Oiapoque, una ciudad de Amapá en la frontera con la Guayana Francesa, aunque otros grupos lo hacen cruzando la frontera con Surinam con visado de turistas. 

Tan solo en el primer trimestre de 2025, las solicitudes de asilo de ciudadanos cubanos superaron a las de Venezuela por primera vez en 10 años con 9.467 trámites registrados. Sin embargo, los propios medios brasileños sostienen que, a pesar del crecimiento de las peticiones, el reconocimiento oficial del estatus de refugiado sigue siendo restringido.

Como Lisandra, Héctor Pérez, un cantante de Santa Clara, también eligió la ruta hasta Guyana en agosto pasado, una de las más baratas. “Éramos 12 en la van. En cuanto llegué, fui a la [autoridad] federal que emite los papeles y salí con todo legal”. Los cubanos que ingresan al territorio brasileño por estas rutas irregulares deben registrarse en el punto de entrada ante la Policía Federal, donde se les entrega un documento provisional, que les permite permanecer legalmente en el país mientras se analiza su caso. 

El paso siguiente es iniciar sus trámites a través del sistema oficial SISCONARE, la plataforma digital para registrar las solicitudes de reconocimiento de la condición de refugiados en este país. Una vez acogidos a esta política tienen acceso a su debida documentación, como la Cédula de Registro Nacional Migratorio (CRNM), tarjeta de trabajo y servicios de políticas públicas de salud y educación. Sin embargo, quienes ingresan con “protocolo de refugio” están imposibilitados de viajar a Cuba hasta que no logren obtener la residencia en este país, un proceso que puede tardar varios años. 

Aunque Curitiba es de las ciudades en las que se ha creado una comunidad numerosa de cubanos, Héctor eligió Palotina para establecerse, un municipio agrícola relativamente pequeño del estado de Paraná. “Estuve 15 días haciendo unas ‘diarias’ cargando sacos de aserrín para una pollera, o sea, trabajos en los que te pagan la jornada según lo que hagas. Hace poco me aceptaron en una empresa de cárnicos en el área del pescado donde me va de lo mejor”, detalla.

Héctor precisa que, aunque su salario es considerado como medio, le es suficiente para vivir allí en una renta pequeña, pagar sus cuentas, alimentarse con el dinero de un vale de 700 reales que le otorgan y, por supuesto, ayudar económicamente a su familia en Cuba. “A mí me impresionó todo, las calles, la limpieza, las tiendas”, dice, y comparte vía WhatsApp algunas imágenes suyas en supermercados y en su centro de trabajo. En todas se le ve satisfecho y entusiasmado. “Puedo hasta dejar la bicicleta en el portal, que nadie me la va a llevar”, acota. 

Por su parte, Lisandra, que no contaba con amistades o familia en Curitiba, logró pagar su renta inicial con algunos ahorros hasta que consiguió un puesto de reponedora en un mercado y otro como empleada doméstica de una casa hostal los fines de semana, que le permite asumir gastos personales y mandar dinero con frecuencia mensual a Cuba. “Allá tenía que trabajar madrugadas enteras en un bar para hacer tres pesos que no me alcanzaban ni para comer decentemente un mes. Aquí me planifico y veo que el salario me rinde para tantas cosas… Se extraña a la familia, pero me siento mil veces mejor fregando platos y organizando bolsas de papas en un estante, que en ese país sin futuro donde se me estaba yendo mi juventud”.

En busca de una vida digna

Medios digitales brasileños resaltan que, en efecto, existen oportunidades laborales para cubanos recién llegados: en los dos primeros meses de 2025 hubo 5.158 contrataciones de migrantes de la Isla en todo el país, distribuidas en su gran mayoría en Paraná, São Paulo y Santa Catarina. “Generalmente, los cubanos venimos al sur porque son ciudades más tranquilas, con menos delincuencia”, precisa Ariel Suárez, otro santaclareño que se asentó también en Curitiba con su esposa y su hija pequeña. “Aquí no hay discriminación ninguna con nosotros, aunque sí existe a veces cierta tendencia al preconcepto, o sea, que algunos empleadores no se convencen a la primera de que eres bueno en lo que haces”.

Aunque no resulta común hallar un empleo que guarde alguna relación con las profesiones que ejercían en Cuba, sí hay disponibilidad de oportunidades en ramas como las ventas o la hostelería, sobre todo para quienes no logran dominar de primera el idioma portugués. Según especifica el sitio G1, los cubanos se emplean en su mayoría en los sectores de la agricultura, la administración pública, la educación, la salud, los servicios sociales, la construcción y la industria.

En la decena de grupos de Facebook de comunidades cubanas en Brasil, sus miembros confirman que existe un mercado laboral mucho más estable que en otros países de la región. “Llevo aquí dos meses y hay que trabajar, pero da para vivir muchísimo mejor que en Cuba y ahorrar dinero si se lo proponen”, escribió el usuario identificado como Ernesto Pérez al pie de un post en el grupo “Cubanos en Brasil” que cuestionaba si realmente había personas arrepentidas de haberse asentado en ese país.

Daniela Martínez y su pareja, en la pizzería que fundaron ambos (Foto: Cortesía)

También muchos creadores de contenido que residen allí han convertido sus redes sociales en una ventana cotidiana de la vida migrante. Documentan su día a día y, al mismo tiempo, ofrecen consejos y tips prácticos a quienes planean emprender la travesía, como el caso de la emprendedora de Pinar del Río Daniela Martínez, quien logró abrir junto a su familia una pizzería en el municipio de Tarumirim y hace poco también celebró la compra de su primer auto. “Solo un cubano entiende la alegría inmensa que sentimos. Venimos de no tener nada y vamos logrando poco a poco lo que un día soñamos”, dijo en un video para alentar a sus más de 24.000 seguidores.

Otras experiencias positivas se muestran en el canal “Danay en Brasil”, otra cubana que incluso pudo comprar recientemente un pequeño solar para reconstruir una casa propia. “Subo a una guagua limpia y vacía y no puedo evitar pensar en mi Cuba, donde hasta el transporte es una lucha diaria, a veces basta para recordar cuánto se sufre por algo tan simple en mi isla”, publicó recientemente esta joven. 

“Brasil no es Estados Unidos, pero para muchos de nosotros sigue siendo una opción real y alcanzable para migrar en el 2026”, recomienda en uno de sus reels la cubana Marisé Alfonso (“Mary en Brasil”). “Muchos países se han vuelto prácticamente imposibles, pero este tiene algo diferente; aquí todavía se puede empezar de cero sin sentir que estás perdiendo la vida en el intento. Aquí no vienes a ganar miles de dólares, pero sí puedes tener una vida tranquila, digna, mejor que la que dejamos en nuestro país. Aquí tus esfuerzos se ven”.

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Laura Rodríguez Fuentes

Periodista. Ha escrito para OnCuba, La Jiribilla y El Toque. Corresponsal de Cubanet en Villa Clara.

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