MIAMI, Estados Unidos. – El periodista José Raúl Gallego dio a conocer este lunes seis documentos oficiales que arrojan luz sobre las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), campos de trabajo forzado que operaron en Cuba entre 1966 y 1968. Los documentos, extraídos de unidades militares en la antigua provincia de Camagüey, confirman las políticas homofóbicas y discriminatorias del régimen cubano de la época.
Según Gallego, los documentos fueron entregados por una fuente anónima que solicitó su publicación bajo dos condiciones: el anonimato y el acceso abierto. “Están disponibles sin marcas de agua, obligatoriedad de registro, ni pagos, para que puedan ser difundidos, leídos y usados por ciudadanos, periodistas e investigadores”, señaló el periodista.
El contenido de los seis documentos también corrobora los testimonios de las víctimas de las UMAP, quienes han denunciado durante años los abusos sufridos en estos campos. “El horror y los atropellos fueron mucho más allá de lo que aparece en estos textos”, afirmó Gallego al subrayar que los documentos confirman el carácter represivo y homofóbico de estas políticas, de las cuales las figuras del régimen cubano han intentado desvincularse.
Uno de los documentos más significativos es el titulado “UMAP Plan Homosexuales”, que propone la creación de un “Centro Modelo” para reestructurar el Servicio de Homosexuales del Ministerio del Interior. Los objetivos de este centro incluían “borrar todo comportamiento amanerado o antisocial”, así como desarrollar una “conciencia político-social” en los reclusos para que no contravengan los planes de prevención de la homosexualidad, especialmente en lo que respecta a menores.
Otro documento, fechado el 4 de abril de 1967, sugiere la creación de Escuelas Pre-militares para Homosexuales, donde los reclusos serían clasificados según sus “manifestaciones homosexuales” y sometidos a un riguroso régimen de actividades militares, políticas, productivas, culturales y deportivas para “combatir los gestos y poses feminoides”. El autor de este documento, el soldado Enrique González Suárez, proponía la eliminación de las expresiones externas de la homosexualidad a través de métodos punitivos y la presión del grupo.
Además de los textos dirigidos específicamente a la represión de la homosexualidad, los documentos incluyen informes sobre la persecución religiosa en Cuba, centrados en la vigilancia de las religiones católica y protestante, así como en fraternidades como los Masones y los Testigos de Jehová.
Gallego enfatizó que estos documentos forman parte de la memoria histórica de la nación cubana y deben estar disponibles para todos los interesados. “Su contenido debe ser analizado y contextualizado para una comprensión más certera y situada de la información que aportan”, insistió, al tiempo que instó a que los documentos sean alojados en otros sitios web para evitar su eliminación.
El periodista también advirtió sobre la importancia de estos textos en la construcción de una narrativa histórica precisa, que permita reconocer las violaciones de derechos humanos cometidas durante el período de las UMAP. “Son documentos que forman parte de la historia de nuestro país y de la memoria histórica de la nación”, concluyó.
En mayo de 2020, la directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) e hija de Raúl Castro, Mariela Castro Espín, aseguró en el programa de YouTube “La tarde se mueve”, presentado desde Miami por Edmundo García, que las UMAP no habían sido más que una escuela al campo y negó que hubieran sido “campos de concentración”.
Las declaraciones de Castro Espín molestaron a la comunidad LGBTIQ+ cubana, así como a sovrevivientes y familiares de las víctimas.
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