MIAMI, Estados Unidos. – El músico santiaguero Emilio Ibáñez ha devenido uno de los más apasionados defensores de la música cubana en Madrid, España, donde reside y se presenta regularmente.
En una reciente entrevista con Diario de Cuba, el músico habló acerca de su obra, su amor por las raíces cubanas y su opinión sobre el régimen de la Isla.
Para el santiaguero, la defensa de la música cubana es una cuestión de identidad. “Primero, siendo lo más simple posible, porque está buenísima y lo que está buenísimo hay que defenderlo”, afirmó.
Además, sugirió que su amor por la música cubana se intensificó al emigrar: “Cuando te alejas, tomas otra perspectiva de las cosas. Yo siempre fui amante del pop, del flamenco, del rock. Lo sigo siendo. Pero cuando emigras empieza esa añoranza que te hace investigar más, porque para poder defender tus raíces tienes que conocerlas”.
Ibáñez estudió en el Conservatorio Esteban Salas de Santiago de Cuba, donde se especializó en saxofón, a pesar de su predilección por el canto y la guitarra. Su carrera comenzó en el Teatro Guiñol de Santiago de Cuba, y posteriormente se trasladó a Quito, Ecuador, después de una invitación para trabajar allí.
A pesar de vivir fuera de Cuba, regresa con frecuencia a la Isla para visitar a su familia y, cuando tiene la oportunidad, canta para los cubanos residentes en la mayor de las Antillas.
“Si me presentaba antes, cuando vivía ahí, y decía prácticamente lo mismo que digo ahora (…), ¿cómo no me voy a presentar ahora? Yo soy músico. Hay personas que están en contra de la dictadura que van a escucharme cuando yo voy a Cuba. Tenemos que aprender a convivir con nuestras opiniones. La verdad está ahí, pero ¿cómo le haces entender a alguien si tú te apartas? Yo lo que no puedo [es] tocar en un sitio donde sé que me estoy comprometiendo con una dictadura que está desbaratando mi país”.
La necesidad de denunciar la situación en Cuba es un tema recurrente para el músico, según aceptó: “Creo que, más allá de rencillas, primero hay que ser honestos. Y segundo, Cuba tiene una realidad demasiado enquistada y si no decimos las cosas mucha gente no se entera y sigue dormida”.
Asimismo, reconoció que algunos artistas prefieren no comprometerse políticamente, una postura que consideró demasiado cómoda: “Hay quien tiene el pensamiento de que como es artista, no se compromete. Eso es respetable, pero es un posicionamiento demasiado cómodo para ser un ser humano”.
El músico santiaguero que, por ahora, seguirá llevando los ritmos tradicionales de la Isla a Madrid, concluyó: “Defender la música cubana es defender lo que soy”.
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