LA HABANA, Cuba. – Después de más de medio siglo, el periódico Granma vuelve a publicar aquella mentira que le costó a Enrique de la Osa, periodista de la célebre revista Bohemia, el sobrenombre de “El Mentiroso”: “Más de 20 000 muertos arroja el trágico balance del régimen de Batista” (11 de enero de 1959).
Dice Julio Martínez Molina, el firmante del artículo de Granma, que “Batista instauró en 1952 la dictadura más sangrienta y corrupta conocida en Cuba, solo con el precedente de la satrapía de Gerardo Machado en lo relativo al prontuario criminal”.
No sabe este colega que todo acerca del número de muertos de Batista se descubrió precisamente tras enero de 1959, por confesiones del director de Bohemia.
Trabajé en esa revista desde 1966 hasta 1972. Antes había sido colaboradora. La historia de los muertos de Batista siempre estuvo muy ligada a mi trabajo y a mi desprecio por la mentira. Jamás pude escribir sobre algo que conocíamos todos los cubanos: los muertos y prisioneros políticos del castrismo, condenados a 20, 40 y muchos años más de cárcel.
En cambio, los medios de prensa donde laboro en la actualidad, llamados por el régimen “anticubanos”, son precisamente los que intentan desentrañar la verdad. Se puede estar seguro ―gracias a Mario García del Cueto, otro periodista de Bohemia― que los muertos de Batista nunca pasaron de cientos.
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