MIAMI, Estados Unidos. — El 7 de mayo de 1997 la australiana Susie Maroney se convirtió en la primera persona en cruzar nadando el estrecho de Florida, desde La Habana hasta los Cayos de Florida.
El viaje de Maroney comenzó alrededor del mediodía del domingo 6 de mayo cuando saltó al agua en el malecón de La Habana. Antes de lanzarse al mar, la nadadora de 22 años debió untar su cuerpo con vaselina para ahuyentar a las medusas, protegerse del sol y mantener su cuerpo caliente.
Nada sencillo resultó para la australiana completar el recorrido, que pudo terminar a pesar de las náuseas, las alucinaciones y las inevitables picadas de las medusas.
En total, la joven nadó 118 millas durante 24 horas y media dentro de una jaula de 28 por ocho pies para protegerse de los tiburones.
Susie Maroney llegaría al Parque Estatal Fort Zachary Taylor, en los Cayos de Florida, gravemente quemada por el sol, llena de picaduras de medusas y con la lengua hinchada por el agua salada.
Una nota del suceso publicada por la agencia Associated Press recuerda que cuatro horas y media después de haber llegado a Cayo Hueso, Maroney se desmayó en la playa mientras conversaba sobre su proeza con los reporteros que llegaron hasta el lugar.
En aquella ocasión, su médico dijo que la joven estaba deshidratada. Inmediatamente después recuperó el conocimiento y regresó a su habitación de hotel para descansar.
“Fue la mejor sensación del mundo. Estaba tan contenta de tocar la arena. Definitivamente, tus sueños pueden hacerse realidad”, dijo la nadadora australiana sobre la hazaña.
Para mantener el ánimo durante la dura travesía, Maroney aseguró que repetía en su cabeza episodios de la popular serie estadounidense Seinfeld y sus canciones de pop favoritas.