MIAMI, Estados Unidos. – En una carta abierta dirigida a la Unión Europea (UE), miembros de parlamentos de Europa y América Latina expresaron su profunda preocupación por los vínculos entre la UE y el régimen cubano a través del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC).
Firmada el 12 de diciembre de 2016 y ratificada en 2017, esta alianza ha sido objeto de críticas por no fomentar mejoras en el terreno de los derechos humanos en Cuba, donde “hoy existen más de 1.400 prisioneros políticos“.
Los firmantes denuncian que la dictadura comunista en Cuba, que ha negado durante más de seis décadas “las libertades civiles y derechos más básicos”, ha operado como un aliado clave de la Unión Soviética y Rusia, involucrándose en intervenciones extranjeras y apoyando dictaduras en Venezuela y Nicaragua.
La carta apunta directamente a la UE por financiar proyectos que presuntamente apoyan la represión en Cuba. En ese sentido, menciona que “la UE está financiando actualmente 80 proyectos en Cuba con un valor de 155 millones de euros”.
Los parlamentarios critican la gestión de estos fondos, señalando que “la mayor parte del apoyo de la UE pasa a través de la ONU, que intermedia los fondos”, y cuestionan la efectividad y destino final de estos recursos, especialmente dado que el régimen cubano ha prohibido la entrada a relatores especiales de derechos humanos.
El documento también recalca la hipocresía percibida en la política exterior de la UE, especialmente después de que el régimen cubano mostrara su apoyo a la agresión rusa a Ucrania y profundizara su cooperación militar con Moscú, Minsk y Teherán. Revelaciones específicas incluyen la formación de tropas cubanas por parte de Bielorrusia y la participación de cubanos en el conflicto ucraniano, evidenciando un vínculo directo entre la financiación europea y las actividades militares que contradicen los principios democráticos y de derechos humanos promovidos por la UE.
La carta subraya la disconformidad con la política actual de la UE hacia Cuba, citando la presidencia sueca del Consejo Europeo, que reconoció la necesidad de revisar el ADPC. Johan Forssell, ministro sueco de cooperación internacional para el desarrollo y comercio exterior, argumentó que “como presidente de la UE, el papel de Suecia era trabajar para la cohesión y coordinación en la política exterior y de seguridad común de la UE”, lo que dificultaba adoptar una postura contraria a la línea común de la UE. No obstante, afirmó la necesidad de “una revisión del ADPC”.
La carta, firmada por legisladores de una amplia gama de países, exige un replanteamiento de la política de la UE hacia Cuba, enfatizando que el financiamiento de la tiranía en la Isla solo ha fortalecido la represión. Los firmantes concluyen que por el bien de la libertad y la vida de los cubanos, y en apoyo a la democracia en América Latina y Ucrania, la UE debe reevaluar y cesar su política hacia el estado totalitario que gobierna Cuba.
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