MADRID, España.- El 21 de julio de 1991 los cadáveres de dos jóvenes cubanos fueron descubiertos en el tren de aterrizaje de un avión DC-10 de Iberia en el aeropuerto de Barajas, Madrid. José Manuel Acevedo Cárdenas, de 20 años, y Alepis Hernández Chacón, de 19, intentaban escapar de la severa crisis económica y las restricciones de libertades en Cuba bajo el régimen de Fidel Castro. Los cuerpos de los jóvenes fueron hallados congelados y agarrados a la horquilla del tren de aterrizaje.
El vuelo IB-944 había partido de La Habana y aterrizado en Madrid alrededor de las tres de la tarde. Durante el trayecto, los polizones enfrentaron condiciones extremas: temperaturas muy bajas y falta de oxígeno, lo cual resultó en su trágica muerte. La autopsia confirmó que la causa del deceso fue asfixia, un desenlace común en estos desesperados intentos de fuga.
El vuelo duró ocho horas y media, con temperaturas de 55 grados bajo cero en el exterior de la nave y de 40 bajo cero en el compartimento del tren de aterrizaje, junto con una altitud de 12.000 metros, donde apenas hay oxígeno, y a una velocidad de 900 kilómetros por hora.
Un miembro de la tripulación explicó en aquel momento que las medidas de seguridad en el aeropuerto de La Habana eran muy estrictas, por lo que la única oportunidad que tuvieron los jóvenes para abordar el avión fue cuando la nave se situó en la cabecera de la pista para iniciar el despegue. En ese momento, el avión se detiene brevemente.
El descubrimiento fue realizado por un electricista del aeropuerto de Barajas, quien estaba realizando operaciones de revisión en la aeronave ‘Costa Dorada’ para su próximo vuelo a San Juan de Puerto Rico. El técnico se percató de la tragedia al encontrar restos de sangre en el vástago central del tren de aterrizaje.
Desde enero de 1959, son varios los cubanos que han muerto al intentar escapar de la Isla escondiéndose en el tren de aterrizaje de aviones hacia Europa. En 1969, Armando Socarrás sobrevivió un vuelo a Madrid, mientras Jorge Pérez murió congelado. En 1970, dos cubanos fueron aplastados en el tren de aterrizaje. En 1999, Félix Julián García fue hallado muerto en un avión de British Airways en Londres, y Roberto García Quinta fue encontrado en descomposición en un Boeing 767 de Alitalia en Italia.
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