SAN LUIS POTOSÍ, México.- El grupo Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) clamó la autoría del ataque con armas de fuego perpetrado este viernes en una sala de conciertos de Moscú, en el que, según las autoridades rusas, murieron más de 130 personas.
Combatientes de ISIS “atacaron una gran reunión… en las afueras de la capital rusa, Moscú”, dijo el grupo en un comunicado difundido por la agencia de noticias Amaq, afiliada a ISIS, en la aplicación de mensajería Telegram.
El texto refirió que los atacantes se habían “retirado a sus bases a salvo”. Este sábado, además, el grupo terrorista difundió una fotografía de los cuatro atacantes, todos ellos enmascarados.
Analistas de Estados Unidos habían señalado al ISIS-Khorasan o ISIS-K, una rama del IS que pretende establecer un califato musulmán en Afganistán, Pakistán, Turkmenistán, Tayikistán, Uzbekistán e Irán.
“El ISIS-K ha estado obsesionado con Rusia durante los dos últimos años”, dijo el New York Times citando a Colin Clarke, analista antiterrorista con sede en Nueva York.
“El ISIS-K acusa al Kremlin de tener sangre musulmana en sus manos, haciendo referencia a las intervenciones de Moscú en Afganistán, Chechenia y Siria”, señaló Clarke.
En septiembre de 2022, militantes del ISIS-K reivindicaron la autoría de un atentado suicida mortal contra la embajada rusa en Kabul.
El grupo también fue responsable de un atentado contra el aeropuerto internacional de Kabul en 2021 en el que murieron 13 soldados estadounidenses y decenas de civiles durante la caótica evacuación del país por parte de Estados Unidos.
Aunque las autoridades rusas no han hecho comentarios sobre la reivindicación del ISIS, Putin afirmó que los asaltantes fueron capturados cuando intentaban huir a Ucrania.
“Según la información preliminar, la parte ucraniana les preparó una ventana para cruzar la frontera”, declaró Putin. Ucrania no ha tardado en calificar las afirmaciones rusas de “absolutamente insostenibles y absurdas”.
El ataque mortal ocurrió este viernes cuando varios hombres armados, vestidos con uniforme de combate, abrieron fuego en el Crocus City Hall e hicieron detonar explosivos en una importante sala de conciertos a las afueras de Moscú.
Los asaltantes arrojaron explosivos, lo que desencadenó el enorme incendio de la sala, con capacidad para 6.000 personas, según los medios de comunicación rusos.
Un video del exterior mostraba el edificio en llamas, con una enorme nube de humo que se elevaba por el cielo nocturno. Decenas de camiones de bomberos, ambulancias y otros vehículos de emergencia acudieron, mientras varios helicópteros de bomberos sobrevolaban la zona para arrojar agua sobre las llamas.
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