AREQUIPA, Perú – José Gómez-Mena Vila, conocido como “Don Pepe”, fue un influyente hombre de negocios de ascendencia española y nacionalidad cubana, uno de las personas más ricas en la Isla antes de 1959.
Destacó como propietario y presidente de cuatro centrales azucareros, así como por su participación en organizaciones económicas y sociales del país. En 1939, fue elegido vicepresidente de la Asociación Nacional de Hacendados de Cuba.
Asimismo, fue conocido como el líder del clan Gómez-Mena, controlaba vastas extensiones de tierra en la capital, además de 500 casas y edificios de apartamentos.
Su prominente papel en el sector azucarero no fue el único logro de José Gómez-Mena Vila, era también propietario de múltiples propiedades inmobiliarias, obras de arte y otros activos.
En su juventud, fue un exitoso negociante banquero, asociándose con otros financieros prominentes en La Habana. A lo largo de su vida, enfrentó desafíos económicos, como la crisis de 1921, pero logró recuperarse y mantener su posición en el ámbito empresarial cubano.
Gómez-Mena llegó a formar parte del Comité Ejecutivo de la Agencia Cooperativa de Exportación en 1929 y representó a los hacendados cubanos en la junta que administró el financiamiento de 1.500.000 toneladas de azúcar en 1930. Otro de sus cargos relevantes fue presidir la delegación de la Isla en la Conferencia Azucarera de 1937, auspiciada por la Liga de las Naciones.
Para 1936, ocupó el cargo de ministro de Agricultura, donde destacó por su enfoque en la implementación de avances tecnológicos, como la electricidad y el regadío a gran escala, así como la promoción de la repoblación forestal y el uso del alcohol como combustible.
Como magnate de la azúcar, fue propietario y presidente de la Nueva Compañía Azucarera Gómez-Mena, una de las más importantes del país en ese momento, y fundó la Compañía Destiladora San Nicolás S. A. en 1944, dedicada a la producción de alcohol.
Don Pepe incursionó en otros ámbitos empresariales y sociales en la Isla. Era accionista en la Industrial Arrocera de Mayabeque S.A., una empresa dedicada al procesamiento de arroz, y en Industrias Siporex S.A., una fábrica de bloques de concreto en asociación con el millonario Víctor Pedroso Aróstegui.
El acaudalado cubano era dueño además del Club Almendares, fue parte de la Liga de Béisbol Profesional Cubana, y desempeñó un papel clave en la creación de la Unión Social Económica de Cuba.
Igualmente, fue vocal del Automóvil Club de Cuba y contribuyó a la Academia de la Historia de Cuba y al Instituto Cultural Cubano-Norteamericano.
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